KISSIMMEE, Florida.- Willy Taveras sabe muy bien las razones por las que Cincinnati decidió cambiarlo un año después de firmarlo por US$6,2 millones de dólares, pero aún trata de encontrarle una explicación al movimiento que hicieron con él los Atléticos de Oakland, que ha colocado su carrera en un limbo.
"Todavía no entiendo lo que pasó. Mi agente me llamó un día para decirme que Cincinnati me estaba cambiando a Oakland y al siguiente me informó que los Atléticos no me pondrían en su roster y que, por el contrario, me tenían en lista de asignación", dijo Taveras este jueves a ESPNdeportes.com.
"Es comprensible el hecho de que el béisbol de Grandes Ligas es un negocio y en ocasiones se hacen cosas que pocas personas entienden, pero mi caso en particular fue bien extraño", agregó.
El pasado 1 de febrero, Cincinnati mandó a Taveras a Oakland como parte de un cambio de cuatro peloteros. Junto a Taveras, los Rojos cambiaron al jugador del cuadro Adam Rosales por el infielder Aaron Miles y un pelotero a ser nombrado más tarde.
Ocho días después, Oakland puso a Taveras en asignación y siete días más tarde fue firmado en un contrato de ligas menores por los Nacionales de Washington.
Taveras, de 28 años, tuvo un pobre desempeño y fue afectado por lesiones en el 2009 en el primero de dos años de contrato con Cincinnati. El dominicano se robó 25 bases, pero sus porcentajes de bateo (.240) y de embasamiento (.275) fueron de los peores entre los bateadores abridores de Grandes Ligas.
Pese a ser uno de los corredores más rápidos del juego (194 robos en su carrera, incluyendo 68 hace dos años), la incapacidad de Taveras para recibir bases por bolas (134 en 2,607 apariciones en seis temporadas) y su frecuencia de ponches (384) lo convierten en poco atractivo para muchos equipos.
Al adquirir a Taveras, Oakland, uno de los clubes más modesto del béisbol, se hizo responsable por los US$4 millones de dólares que devengará el jugador en el 2010. De ahí la sorpresa de que lo despidieran antes de que abrieran los campos de entrenamientos.
"La única explicación lógica es que Oakland estuviera muy interesado en adquirir a Rosales, pero los Rojos pusieron como condición que tenían que cargar con mi contrato", dijo Taveras, quien ha cambiado de equipo cuatro veces en los últimos cinco años.
En Washington tendrá la oportunidad de pelear un puesto en el roster, pero ahora mismo a lo más que puede aspirar es quedar como cuarto jardinero, tomando en cuenta la sobrepoblación que tienen los Nacionales en esa posición al comenzar los entrenamientos.
Nyjer Morgan, Roger Bernadina, Josh Willingham, Justin Maxwell, Elijah Dukes, Chris Duncan y Willie Harris son las otras opciones para los jardines que tiene el manager Jim Riggleman.
"La vida sigue y uno trata de hacer lo mejor que pueda", dijo Taveras. "Mi meta es quedarme en el roster para el inicio de la temporada y ver que pasa", agregó.
"Dios sabe porque hace las cosas, lo dejo en sus manos", dijo Taveras, quien ha jugado con Houston, Colorado y Cincinnati desde el 2004.
