El parque Eugenio María de Hostos, ubicado en Ciudad Nueva, es hoy día una guarida de drogadictos, prostitutas e indigentes. La situación es por el estado de abandono en que el Ayuntamiento del Distrito Nacional ha sumido el lugar, tras parar los trabajos de remodelación, iniciados en el 2005.
Detrás de la pared de zinc que rodea el lugar de esparcimiento, en complicidad con la oscuridad de la noche, se consume y distribuye drogas, se practica la prostitución, y se asalta y agrede inmisericordemente a los parroquianos.
El Ayuntamiento del Distrito Nacional cercó el parque con hojas de zinc en el 2005, para dejar iniciados los trabajos de remodelación, pero cinco años después, sólo se ha construido los contenes en los extremos Este y Oeste y pegado unos cuantos block.
Para entonces, los obreros del cabildo destruyeron las aceras, picaron la base de los postes del alumbrado eléctrico y retiraron las instalaciones de los juegos infantiles.
También depositaron tierra amarilla y rellenaron algunos espacios del parque, para luego abandonar los trabajos, sin que hasta la fecha se perciba una iniciativa que motive la conclusión de la obra.
Los almendros y robles que adornan el lugar, lucen descuidados por la falta de poda, mientras el pavimento de la fuente está destruido, al igual que una cancha de tenis que funciona en el terreno.
Los indigentes y dementes que viven en el lugar, donde también la hierba está alta, depositan mucha basura. Además de las hojas que suelta la arboleda, se observan pedazos de cartón, periódicos, vasos, platos y fundas plásticas, así como otros muchos tipos de desperdicios.
El parque está provisto de infraestructuras que son utilizadas por la Fiscalía del Distrito Nacional para ofrecer parte de sus servicios a la ciudadanía. También funciona la Asociación de Scauts Dominicanos, el Club de Leones de Santo Domingo y una sala de Internet.
Además, una estación piloto de la Policía Comunitaria y sirve de parqueo a los fiscales y visitantes de la Fiscalía de Distrito Nacional. También existe un depósito utilizado como almacén por las autoridades judiciales, para retener los bienes incautados.
También preocupa a los vecinos de las calles Presidente Vicini Burgos y Fabio Fiallo que el parque se ha convertido en sanitario de todas las personas que visitan el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, así como de choferes y cobradores de la Ruta 19, que tienen el parque como terminal.
Revelaron que muchas personas que cruzan por el parque en horas de la noche han sido atracadas por vándalos que salen detrás de la pared de zinc que cubre el lugar.
Asimismo, la falta de iluminación en todo el alrededor del parque y gran parte de las calles que comunican al malecón, convierte el lugar en un espacio inseguro para la población y en "tierra de nadie".
Del parque Eugenio María de Hostos también sale un mal olor, que obliga taparse las narices a ciento de personas que a diario visitan las instituciones públicas y privadas que funcionan en el área.
Los vecinos reprocharon que por la celebración del carnaval, las autoridades del Ayuntamiento del Distrito Nacional, sólo se limitaran a retirar parte de la basura que allí estaba acumulada.
