Muy acertada la inclusión de la República Dominicana junto a la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), para iniciar un programa dirigido a reducir las emisiones de carbono derivadas de la deforestación en la región.
Loable también que la Cooperación Técnica Alemana (GTZ), respalde con 16,5 millones de dólares de dólares el proyecto, que implica la cooperación entre los germanos y el Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
La necesidad de reducir las emisiones de Carbono causadas por la deforestación y la degradación de los bosques, propulsa una serie de iniciativas, que en el decir del director de la Autoridad Nacional del Ambiente de Panamá (ANAM), y presidente pro témpore de la CCAD, Javier Arias, buscan reducir el impacto ambiental mediante el establecimiento de una serie de medidas que constaten su cumplimiento.
Ante el problema ambiental, se multiplican iniciativas dirigidas a proteger el suelo, el aire y el agua, cuyas basuras favorecen al "calentamiento global" y consecuentemente, la alteración del clima en el planeta.
Muchos países de la región ejecutan iniciativas, como las que narra Ananni Waiss Estevez desde Córdoba, donde se reciclan los desechos y hasta aparece una guía completa con los lugares a dónde pueden ser llevar los residuos secos para que sean recuperados. La frase: “consumiendo menos y reciclando la mayor parte de lo que tiramos”, acompaña estas actividades.
En la República Dominicana, no sólo se trata de los basureros que provocan hasta lastimeras pérdidas de vidas humanas, sobre todo de menores que buscan cómo subsistir entre esos desechos. En barrios del territorio nacional, la basura se acumula en perjuicio de sus vecinos. Se trata de normas sociales que cada sindicatura y ayuntamiento debe poner en práctica, por el bien de la población y por el suyo propio.
Salvar el medio ambiente requiere de acciones inmediatas, que pueden llevarse a cabo antes, durante o después de las campañas políticas.