Las columnas metálicas del Puente Peatonal de las avenidas Máximo Gómez con 27 de Febrero están oxidadas, sus escaleras sucias y abandonadas y la pintura luce deteriorada y desprendida en muchas de sus partes, incluyendo las barandillas de hierro que lo rodea.
Obras Públicas olvidó el mantenimiento del puente peatonal, inaugurado en el 2004, en el último gobierno del ex presidente Hipólito Mejía, cuya construcción se debió a un reclamo de los transeúntes que ponían en peligro sus vidas, cruzando de un lado a otro esas avenidas.
Un vendedor ambulante, que rehusó identificarse, lamentó que la importante obra se destruya de manera acelerada y en tan poco tiempo, por falta del mantenimiento obligado, responsabilidad de Obras Públicas.
Mientras que el estudiante Eddy Rivera, usuario frecuente del puente, resaltó la importancia del mantenimiento en obras de esa naturaleza, como forma de prolongar su vida útil, así como para la seguridad de quienes la usan.
Por su parte, Miguel Peralta entiende que con la lucha que da conseguir que las autoridades construyan puentes peatonales, a esas edificaciones se les debe poner atención para garantizar su durabilidad.