Santiago.- Debido a la falta de mano de obra, principalmente haitiana, los productores de arroz del Noroeste han tenido que mecanizar su proceso de producción en todos los niveles, obteniendo buenos resultados.
El presidente de la Asociación de Productores de Arroz del Noroeste, Rafael Díaz, dijo a DominicanosHoy.com, vía telefónica, que ya los haitianos no quieren trabajar en el campo y en cambio se están desplazando masivamente a las ciudades.
El dirigente agrario manifestó que de mil haitianos, apenas 100 o 200 se interesan por las labores agrícolas y el resto se está yendo a Santiago, Mao, Puerto Plata, Santo Domingo, La Vega y otras, donde realizan actividades diversas.
También dijo que los productores tienen malas experiencias con trabajadores haitianos que los han demandado ante los tribunales que han fallado a su favor, pese a que son indocumentados.
Díaz comentó que se han dado casos en que cosecheros de arroz emplearon en sus fincas por seis ó 12 días a haitianos indocumentados, pero luego que se terminó el trabajo recurren abogados y les ponen una demanda, alegando que tenían entre cinco a diez años trabajando con ellos.
“Son muchos los casos de esa naturaleza que se han dado en la zona y por eso hemos decididos mecanizar la producción, para utilizar el menor número de trabajadores agrícolas”, enfatizó.
Subrayó que la mayor cantidad de mano de obra haitiana se está utilizando en las plantaciones de bananos, pero que también en ese sector se buscan otras alternativas porque se le ha hecho lo mismo.
“Hay abogados que se están dedicando a incentivar a haitianos para que demanden a productores agrícolas, a pesar de que su estadía en las fincas ha sido por menos de tres meses”, dijo.
Sin embargo, denunció que pese a que la mano de obra haitiana ha ido en descenso en las fincas agrícolas del Noroeste, el tráfico de estos ciudadanos en los últimos dos meses es alarmante.
Sostuvo que sólo ayer por la comunidad de Prestile, en Mao, pudo contar más de cuatro minibuses, dos camiones, seis camionetas y como cien motoconchos llenos de haitianos indocumentados que se dirigían a Santiago.