El recién accidente, que se trató de ocultar por todos los medios, es una prueba más de que el lema “Minería responsable” no se puede aplicar a la Barrick. En cuanto al Estado dominicano y al Ministerio de Medio Ambiente, en particular, deberán obligatoriamente revisar el contrato y exigir de esa empresa su E.I.A. y Social, so pena de enfrentar las consecuencias a las cuales nos expone esa minera al permitírsele iniciar sus actividades sin previamente tener esos Estudios que constituyen un contrato de co-responsabilidades entre la minera y el país. Son avales de sus “buenas intenciones” con el país.
Los trabajadores, peruanos y no, de la Barrick, corren grandes peligros, ya lo vimos, como también todas las comunidades situadas de ambos lados de las carreteras, por los accidentes que ocurren diariamente, por la intensidad del tránsito que desborda las posibilidades de las carreteras de dos vías.
El último accidente evidenció la improvisación, la desprotección y la vulnerabilidad de todos los trabajadores y habitantes de la región, porque Barrick no firmó ninguno de los convenios reglamentarios con las autoridades de Salud Pública, de la OPS, del COE e incluso del PNUMA (Programa de Medio Ambiente de PNUD). No solamente no pudo enfrentar el accidente, sino que prohibió el acceso a sus instalaciones de algunos de esos organismos.
Barrick trabaja a toda velocidad y es incapaz de enfrentar las consecuencias de una eventual catástrofe (explosiones, emisiones, incendios, escapes, derrames).
La previsión de los accidentes en el lugar del minado, en las áreas en construcción y en las carreteras circundantes, debe formar parte del plan de manejo de las mitigaciones ambientales. Placer Dome prevenía los accidentes del trabajo, por la educación comunitaria, los ejercicios de evacuación regulares, con la implementación del programa APELL que es un programa de concienciación y preparación para emergencias a nivel local.
Todas las mineras lo conocen ¿y Barrick? Hay que exigir a la Barrick sus planes de manejo de políticas de mitigación ambiental: ese documento, contrato técnico entre el Estado y la Barrick es el único documento que permitirá al país seguir sus pasos y exigirle el cumplimiento gradual y constante de las políticas de mitigación a sus operaciones.