Cada día queda menos espacio para los deportistas en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, que está siendo víctima de un crimen de marca mayor para abrir paso a la segunda línea del Metro.
Equipos pesados de todos los calibres utilizados por la Oficina para el Reordenamiento del Tránsito-OPRET-para abrir paso a los diferentes proyectos viales siguen tocando de forma dramática el Centro Olímpico.
La destrucción no sólo ha afectado de manera catastrófica la vegetación, sino también las instalaciones.
Los estadios Uno y Dos no han escapado a la destrucción, a pesar de que son usados por decenas de ligas para desarrollar a los futuros peloteros.
Un apreciable grupo de atletas, en medio de sus rutinarios entrenamientos, observan a los equipos pesados realizar sus trabajos de destrucción del principal centro deportivo del país.
Los estadios Uno y Dos son utilizados por unos 52 programas y 15 ligas de diferentes puntos de la capital.
Esa línea facilitará un Metro desde Los Alcarrizos hasta la Máximo Gómez.
Los dirigentes de ligas han protestado por estos trabajos, pero no les han hecho caso.
La OPRET ha prometido reacondicionar el Centro Olímpico cuando concluyan los trabajos del Metro.
La vegetación en las inmediaciones del Palacio de los Deportes y próximo a la esquina formada por las avenidas Máximo Gómez y 27 de Febrero también ha sufrido graves daños.
Desde las siete de la mañana hasta las siete de la noche en el estadio número Dos practican más de 15 ligas a diario, en las cuales participan un sin número de niños y jóvenes. Entre las ligas que realizan actividades en el referido estadio figuran la Neftalí Cruz, Laíto Tejeda, Manuel Reyes, Julio Reyes, Albert Belle, Liga González, entre otras.
