Muchas veces sólo se discuten las malas acciones o la ineficiencia de los gobiernos, pero vale la pena también resaltar aquellas que aportan al desarrollo como es el caso del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria que impulsa el actual procurador general de la República, doctor Radhamés Jiménez Peña. Aunque este nuevo modelo fue creado hace algún tiempo, es realmente en los últimos seis años cuando se acelera "la transformación de depósitos humanos o universidades del crimen" como se les denominaba en el pasado a estas cárceles.
El magistrado anunció el pasado 16 de marzo, la extensión del nuevo modelo con la inauguración del Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) Femenino de Baní, cuyos trabajos de ampliación y remodelación implicaron una inversión de RD$16,930,219 para alojar a unas 90 internas como se les denomina bajo este sistema.
Las nuevas obras, al igual que las demás, funcionan dentro del nuevo sistema, son ejecutadas con fondos de la Procuraduría General de la República. Es alentador ver a otras instituciones como la Lotería Nacional apoyando a la Procuraduría realizando una donación de 300 millones de pesos para continuar con reconstrucción, remodelación y adecuación de las cárceles bajo este modelo en todo el territorio nacional.
El Centro de Corrección y Rehabilitación de Baní se convierte en el número 13 dentro del Nuevo Modelo de Gestión y tiene todas las facilidades que caracterizan los nuevos recintos construidos por la Procuraduría.
Con relación a la segunda etapa del CCR de San Pedro de Macorís, Jiménez Peña informó que la primera fase ya se incorporó al Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria. Son obras sorteadas con transparencia tal y como lo avalan informes de monitoreo de Participación Ciudadana que reconocen a la Procuraduría como la institución más transparente del país.
Los CCR no son resorts como algunas los han calificado, son centros que se preocupan por la dignidad y el respecto a los derechos humanos, son reformatorios de comportamientos y actitudes; pero además y lo más importante para mí como una ciudadana más, madre, hija y hermana es que nos aseguremos que ninguno de esos individuos cuando salga a la calle nos arrebaten y enluten nuestras familias.
En esos centros los internos son sometidos a programas con terapias psicológica y educativa. Además, son integrados a la producción de cultivos agrícolas, elaboración de artículos artesanales, pintura, costura y otros oficios para evitar el ocio.
Están bajo esa modalidad, los Centros de Corrección y Rehabilitación Vista al Valle, de San Francisco de Macorís, Rafey Femenino y Masculino en Santiago, San Felipe de Puerto Plata, Mao, Dajabón, Elías Piña, Monte Plata, Najayo Femenino en San Cristóbal, Haras Nacionales en Santo Domingo, La Isleta en Moca y San Pedro de Macorís en su primera etapa.