Inmigrantes sufren 2,5 más discriminaciones que franceses

París.- Los inmigrantes y los franceses con algún padre inmigrante sufren de media 2,5 veces más discriminaciones que los franceses de origen, un problema que afecta en particular a los magrebíes, a los negros y a los musulmanes, según un estudio hecho público hoy.

Mientras el 10% de los franceses con padres también franceses declaran haber sufrido alguna discriminación, el porcentaje sube al 24% en el caso de los franceses hijos de inmigrantes y al 26% en el de los propios inmigrantes, indican el Instituto Nacional de Estudios Demográficos (INED) y el Instituto Nacional de Estadística (INSEE) en un informe común.

En total, un 40% de las personas que afirmaron en la encuesta haber sido objeto de discriminación en los últimos cinco años eran inmigrantes o hijos de inmigrantes, cuando este colectivo no representa más que el 22% de la población francesa.

Por orígenes, son los hijos de inmigrantes del África subsahariana los que con más frecuencia sostienen haberse enfrentado a este problema (casi el 50%), y un poco por debajo se sitúan los magrebíes, los nativos de los departamentos franceses de ultramar, los turcos o los procedentes del sudeste asiático.

Por su parte, los inmigrantes o hijos de inmigrantes de origen europeo no difieren significativamente en sus respuestas de los franceses de origen.

Los autores del estudio subrayan la aparente paradoja de que los hijos de inmigrantes dan cuenta de más discriminaciones que los mismos inmigrantes, algo que explican porque los primeros al haber nacido y haberse socializado en Francia tienen "más tendencia a interpretar en términos de discriminaciones tratamientos desfavorables".

Otra paradoja es que las mujeres también declaran un 25% menos de discriminaciones que los hombres, pese a que a priori acumulan discriminaciones sexistas y racistas, algo que el INED y el INSEE atribuyen a que los hombres son objeto de una fuerte estigmatización en el mercado de trabajo.

Una estigmatización que conduce a que las declaraciones de discriminación sean más frecuentes cuanto mayor es el nivel de estudios, es decir, cuando los colectivos mayoritarios pretenden acceder a puestos laborales "donde están poco representados y en consecuencia todavía poco reconocidos".

Al margen del origen de los inmigrantes, los musulmanes denuncian más discriminaciones que aquellos que se definen sin religión, cristianos, budistas o judíos.

En Francia había en 2008 cinco millones de inmigrantes, un 8% de la población total, a lo que hay que añadir que un 12% de los nacidos en el país de entre 18 y 50 años tienen al menos un padre inmigrante. Estos dos porcentajes y, en particular, este último ha aumentado en las últimas décadas.

La mitad de esos nativos franceses descendientes de inmigrantes son hijos de padres originarios de algún otro país europeo, principalmente italianos (unos 430.000), portugueses (unos 415.000) y españoles (unos 350.000).

El resto tienen padres que llegaron a Argelia (el 20%), Marruecos y Túnez (15%) y del África subsahariana (4%).

Una característica relevante es que en el caso de los hijos de inmigrantes de origen europeo, tienen uno de los dos padres francés de origen entre dos tercios (para los españoles o italianos) y más del 90% (para los de países del centro y del norte del continente) tienen uno de los dos padres francés de origen.

Sin embargo, para los hijos de inmigrantes extra-europeos, muy mayoritariamente los dos padres son inmigrante.

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