El Ministerio de las Fuerzas Armadas, en coordinación con Gobernación Provincial de Santiago y la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, realizó los actos conmemorativos del 166 Aniversario de la Batalla del 30 de Marzo.
La actividad contó con la presencia del vicepresidente Rafael Alburquerque y ministro de las Fuerzas Armadas, teniente general Pedro Rafael Peña Antonio.
Tras las notas gloriosas del Himno Nacional dominicano, a las 8:00 de la mañana, y los honores militares de estilo, se dio inicio formalmente a los cortejos recordatorios que empezaron con el depósito de una ofrenda floral en el Parque José María Imbert, ubicado en la parte céntrica de la Ciudad Corazón.
Una hora después, se realizó un tedeum de acción de gracias por los héroes de esta batalla del 30 de Marzo, dicho acto religioso se efectuó en la parroquia Nuestra Señora de la Anunciación ubicada en el recinto de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y el mismo fue oficiado por el Arzobispo de la Arquidiócesis de Santiago, Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio.
Importantes autoridades civiles de Santiago de los Caballeros, como el Sindico José Enrique Sued y la Gobernadora Nidia Bisonó de Tavares, tuvieron participaciones durante la jornada conmemorativa de esta gesta patriótica, en cuyas palabras exaltaron la figura de los héroes que participaron en ella.
Además estuvieron presentes todos los oficiales generales y almirantes del Estado Mayor General y el Estado Mayor Conjunto del Ministerio de las Fuerzas Armadas; entre otras importantes personalidades y funcionarios civiles.
La Batalla de Santiago, o Batalla del 30 de Marzo del 1844, fue la segunda batalla librada por las tropas dominicanas para repeler los intentos de invasión haitiana.
En esta gesta, el prócer Matías Ramón Mella jugó un papel preponderante en la preparación táctica y logística de las tropas criollas, e igualmente la artillería dominicana y la fusilería comandada por Fernando Valerio, fueron los artífices de la aplastante victoria sobre los haitianos, que significó el golpe de efecto definitivo para reafirmar nuestra condición de república libre, soberana e independiente de toda nación extranjera, adquirida el 27 de febrero de ese año.