La Dirección Nacional de Control de Drogas DNCD) lleva a cabo una fuerte batalla para purificar sus filas.
Tal y como publicaron los medios de comunicación en el país, siete altos oficiales no aprobaron la prueba del polígrafo, según informó el mayor general Rolando Rosado Mateo, quien preside esta institución, que el pasado año ocupó 3, 520 porciones de drogas, confiscó 300 millones de pesos e incautó 6 mil kilos de cocaína y otras sustancias controladas.
En los últimos siete meses se ha conocido que alrededor de 50 militares han sido separados de las filas castrenses, “por no adoptarse a las normas de buen comportamiento exigidas por la DNCD, dentro del proceso de profilaxis que esta lleva a cabo, y en esta oportunidad, Rosado Mateo señala que estas separaciones se deben a “posibles vínculos con el narcotráfico”, o por no presentar sus declaraciones juradas de bienes en plazo que le fue otorgado.
La institución antinarcóticos está “pegando duro” contra el intenso tráfico de estupefacientes y sustancias prohibidas, cuyo uso indiscriminado ha dejado tras sí mares de violencia. En 2009, el 34% de los 732 asesinatos cometidos estuvieron relacionados de manera directa con la delincuencia que traficaba y consumía drogas.
Este año, la situación se ha tornado cada vez más preocupante y las medidas adoptadas con relación a los altos oficiales y otros subalternos, reflejan una realidad innegable: la contaminación del enriquecimiento ilícito a través del narcotráfico ha permeado fuerte hasta a quienes debían impedir su propagación.
Valen las medidas adoptadas por la DNCD, y ojalá sean satisfactorias las noticias de los próximos días, en relación con la disminución de la violencia y la detención de ese mal que, junto a la corrupción, debilita a la sociedad dominicana cada día más.