Muy justa la denominación de “Héroes de la Liga Contra el Cáncer”, por parte de la institución homónima a más de doscientos médicos, dominicanos y extranjeros, entre ellos, en el número 11 de su lista, el doctor Antún Batlle, quienes han colaborado durante decenas de años salvando vidas humanas.
Aunque la esperanza de vida ha aumentado de manera considerable en el último siglo, las estadísticas muestran un gran incremento del número de muertes por el cáncer, considerada enfermedad grave en el mundo.
Que una parte de los galenos, como el doctor Rafael Antún, se hayan dedicado a enfrentar este mal, caracterizado por el crecimiento anormal e incontrolado de células, significa que puede haber una esperanza para esos más de doce millones de personas a quienes se les ha diagnosticado esta enfermedad, la cual ha provocado más de 7 millones de muertes al año y que puede cobrar más de 12 millones de víctimas en 2030, de no detenerse su avance, según investigaciones al respecto.
Es de muchos el orgullo con que la Liga Contra el Cáncer presenta a este “distinguido cuerpo de médicos voluntarios”, calificados, además, como dedicados profesionales que donan su tiempo y talento, en una lucha frontal a la cual deben dedicar horas, amor a su profesión y sentido muy alto del humanismo, entre otras características que les hacen merecedores del respeto de todos.
Claro que ¡Sin ellos La Liga, sencillamente, no existiría!, ni habría esa esperanza de enfrentar con fe enfermedades que aniquilan. El agradecimiento es de cada uno de los habitantes del planeta, que también alzan sus voces para bendecir y agradecer tan meritoria misión. Si, ¡que Dios los bendiga, al doctor Antún, y a todos los que se olvidan un poco de sí y luchan por la existencia y bienestar de quienes le rodean! Amén.