En Taiwán vi la pulcra acción de servidores públicos. Calles y avenidas organizadas, limpias, parques preciosos con diversiones para todas las edades. Las autopistas entre plantaciones, una rica agricultura con ríos caudalosos. Cuando regresaba al hotel me sentía muy alegre, palpaba una organización por hombres cuya misión era servir. Manera de respetarse y respetar a los ciudadanos, hombría de bien. Una vida digna.
Aquí pasa un ciudadano disfrutando un automóvil que cuesta millones de pesos que compro en Italia y no pagó los impuestos que establece la ley, debido a que un legislador le vendió su exoneración en franca violación a la ley de exoneración de automóviles. Todo normal.
Vienen dos camiones llenos de grava que extraen del lecho de un rio, lo están secando, se escasea el agua. Se viola la ley y el responsable de cuidar el ambiente, nada ejecuta. Todo normal.
Voy a la playa y no me permiten bañar por estar en una zona privada que protege la Constitución. Legislación privatoria a los Derechos Humanos. Todo normal.
Legisladores violan la Constitución y reciben millones de pesos con su barrilito, ONG, y venta de las exoneraciones de vehículos. Dejan de legislar para dedicarse al plan social que dicen ejecutar. Todo normal.
Un legislador asigna un salario disque a una secretaria, ella es la sirvienta de su casa, ignora que cada mes el legislador se mete el bolsillo los miles de pesos que están asignado como pago de un trabajo que no existe. La sirvienta se entera, lo informa y nada se hace. Sigue la inmoralidad en ese curul. Todo normal.
Un diputado convicto y confeso de violar a una menor, sigue en su honesto y cómodo curul, protegido por la indignidad de la cofradía. Todo normal.
Perdonen no debo seguir leyendo la prensa local. Traen al periódico, la Cámara de Cuentas informa que 39 ayuntamientos no informan de RD$598.1 millones que gastaron del presupuesto municipal. Todo normal.
Un ciudadano en su interior piensa: faltan días para las elecciones congresionales y municipales. No tiene en quien confiar. ¿ Serán estos hechos los motivos de la estimada abstención?.
Reina el desacato, vale recordar: Las ciudades perecen en el momento en que no puede distinguir a los malos de los buenos.
Las buenas acciones fueron sepultadas en Caracas, Venezuela. ¡ oh Duarte no aceptan tu decálogo ¡. Son patriotas del peculado y el nepotismo. Esa es la democracia dominicana.
