En el periodismo mantener el secreto de la fuente es un principio ético.
Este tratamiento se aplica en la inteligencia y la contra inteligencia para combatir el crimen organizado y el narcotráfico.
Los grandes descubrimientos de conspiraciones, tramas para asesinar presidentes y derrocar gobiernos descansan en el agente encubierto. Lo que no es lo mismo un agente encubierto que un narco agente.
El primero se entrena para realizar una labor profesional con base a la lealtad, la paciencia y el resultado.
Por su parte, el narco agente encubierto es un camaleón que se alimenta del chantaje y el dinero que despoja a los criminales. Por eso no es lo mismo que un agente encubierto y un narco agente.
Los periodistas Robert Usphur Woodward y Carl Bernstein, del periódico Washington Post, en el libro El Hombre Secreto, la verdadera historia de Garganta Profunda, narran cómo mantuvieron en secreto la identidad de Mark Felt, segundo en mando del FBI, que puso al descubierto el caso del espionaje del Partido Republicano al Partido Demócrata en el edificio Watergate.
En las páginas 145 y 146 Bob Woodward dice: “una de las claves para escribir un libro o un artículo periodístico es la eficiencia, es decir, conseguir llegar al meollo del asunto con celeridad, localizar a aquellos que tienen información o documentos y establecer una relación e confianza con ellos lo más rápidamente posible.
El legado de Garganta Profunda consistió en un principio básico: asentar en la conciencia colectiva que yo jamás diría nada. Con frecuencia, las personas a las que entrevistaba por primera vez comenzaban a hablar casi de inmediato y resultaba extraño comprobar que muchas de ellas, varias seguro, estaban deseosas de entregar la mercancía, de revelar los secretos. El pacto con reportero no sólo era importante para éste, sino también para las fuentes. No quería dar ningún paso en falso que pusiera en peligro este legado o esta ventaja.
Era más importante abrir las puertas a futuras oportunidades que desvelar la identidad de Garganta Profunda. Es fundamental que los confidentes se sientan protegidos de por vida y por ello necesitaba que se me considerara una referencia a la que la gente acudiría de forma voluntaria o con quien hablarían cuando les contactara, sabiendo que estarían protegidos. Era una cuestión de trabajo, una cuestión de honor.
Mark Felt tenía derecho a que mantuviera mi promesa de conservar su anonimato mientras viviera. Tras su muerte que podía suceder en cualquier momento, podría contar la historia, y la única forma de conseguir que tanto su familia como sus amigos y compañeros del FBI la comprendieran, era escribir cuanto sabía”.
Ese secreto sobre la identidad de Felt permitió a Bob Wooward narrar en el post una historia de espionaje que terminó con la renuncia del presidente Richard Nixon.
Un ejemplo de que la fuente o el agente encubierto deben protegerse en un absoluto secreto.
Tienen mucha razón el Relacionador Público de la Policía Nacional, general Nelson Rosario y el jefe de la institución Mayor General Rafael Guillermo Guzmán Fermín, en defender el trabajo de encubiertos que realizaban dos policías de anti pandillas dentro de estas organizaciones juveniles donde se trafica con drogas, se fraguan atracos, se realizan actos satánicos y se violan las leyes.
Si estos policías estaban infiltrados en las pandillas, lo lógico era que se les presentaran como pandilleros rehabilitados en la unidad anti pandillas. Con ello se reforzaba la labor de inteligencia que hacían abriendo las puertas por donde entrarían verdaderos pandilleros interesados en rehabilitarse.
Por desconocimiento unos y otros interesados proyectar una imagen negativa de la policía mercadean que en este caso se habló mentira. Ese el de la mentira es un ángulo superficial de un comentario ligero cuando lo que se hizo fue proteger esa fuente tal y como Woodward y Bernstein protegieron a Felt, la Garganta Profunda de Watergate.
El trabajo de un agente encubierto es difícil de comprender y de realizar. Quienes lo hacen pasan a ser siempre héroes anónimos de acciones históricas que nunca se conocen, y las que se conocen, en este caso de Felt es porque fue parte de un pacto de honor y de trabajo.
La unidad anti pandillas de la Policía tienen un papel importante que desarrollar o uno de ellos es identificar a los integrantes de las mismas sea con agentes encubiertos o cooperaciones de la comunidad.
Lo importante es hacer el trabajo y hacerlo bien.
Ustedes lo están haciendo bien y deben sentirse orgullosos.
Felicitaciones.
