Barcelona (España).- La ex presidenta de Chile Michelle Bachelet dedicó hoy el doctorado honoris causa que le ha concedido la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona (noreste español) a las miles de familias chilenas que han sido víctimas del terremoto y maremoto que arrasó hace poco el país.
Bachelet recogió la máxima distinción que entrega esta universidad en una ceremonia solemne en la que recordó también la "profunda herida" que supuso para Chile la quiebra de la democracia en 1973, cuando un golpe militar encumbró en el poder al general Augusto Pinochet.
"Hubo una política deliberada de persecución y exterminio por parte del Estado. Y eso deja huella en la sociedad", subrayó la ex presidenta, que advirtió de que huellas como ésta "si no se atienden pueden desangrar el alma de la Nación".
En su discurso de aceptación del doctorado, que se le concede por su defensa de los derechos humanos y de la justicia, Bachellet puso el énfasis en que en los primeros años de la transición democrática, en los años 90, se planteaba en Chile la disyuntiva de si avanzar sobre la base del revanchismo o del olvido.
La ex presidenta del país latinoamericano explicó que ella no quería ni una cosa ni la otra, y se mostró orgullosa de haber conseguido que los principales culpables de las violaciones de los derechos humanos tengan que enfrentarse a los tribunales al tiempo que la sociedad mira hacia el futuro.
"La sociedad chilena -dijo- ha logrado conocer y aceptar la verdad: que en Chile fueron desaparecidas o ejecutadas casi 4.000 personas y que decenas de miles fueron torturadas por organismos del Estado".
En esta línea, sostuvo: "Hemos sido capaces de conciliar verdad y justicia; futuro y memoria; sanción y reparación, sin que nada de ello afecte la paz social".
La ex presidenta chilena ha hecho también referencia a la existencia de otra herida profunda en la sociedad de su país, la pobreza, que se ha reducido de manera importante en los últimos 20 años aunque todavía afecta a un porcentaje alto de la población.