Si yo fuera Miguel Vargas Maldonado, reconociera que la política es una ciencia social.
Si yo fuera Miguel Vargas Maldonado, reconociera que un partido político no un ventorrillo, un colmado, un supermercado o una firma constructora de torres.
Si yo Fuera Miguel Vargas Maldonado reconociera que un partido tiene que mantenerse unido con base a un programa, una táctica y una estrategia.
Si yo fuera Miguel Vargas Maldonado reconociera que un partido de gobierno y un partido de oposición son diferentes. Uno gobierno y otro es mantiene vigilante, cuestiona, critica y plantea posiciones en busca de soluciones.
Si yo fuera Miguel Vargas Maldonado reconociera que la derrota del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), hay buscarla en el propio PRD.
Si yo fuera Miguel Vargas Maldonado reconociera que el mal manejo en las elecciones internas del PRD dividiendo en un nuevo PRD o un PRD viejo profundizaron las contradicciones.
Si yo Fuera Miguel Vargas Maldonado reconociera que el despojo de candidaturas ganadas internamente en buena lid para otorgárselas mediante la imposición diezmó la unidad y el combate electoral.
Si yo fuera Miguel Vargas Maldonado reconociera que una vez electo presidente del PRD celebró una cena de gala en el famoso restaurante Sofía propiedad de su lugarteniente político Ney Cabrera donde invitaron el nuevo PRD, mientras el PRD de los barrios, el de los pobres se le ignoró ni hubo fiestas, celebraciones o cenas.
Si yo fuera Miguel Vargas Maldonado reconociera entre los invitados especiales de ese nuevo PRD (sector externo) Pedro Haché, Víctor Gómez Casanovas, Anny Felipe, Cali Michel, Alejandro Abreu, director ejecutivo del comando del campaña, Sanz Lovatón, David Collado, Andy Dahuarje, Wilfredo Alemany, Jaime Ramírez Escuder, Orlando Jorge Mera, Cristian Cury, Starlin Ibarra, director legal del PRD, entre otros distinguidos dirigentes y miembros del nuevo PRD.
Si yo fuera Miguel Vargas Maldonado reconociera que el presidente doctor Leonel Fernández con un partido unificado y un bloque de partidos de la alianza progresista infligieron derrotas contundentes en bastiones perredeístas como Azua, donde ganó Rafael Calderón, uno de los tantos disgustados por ser despojado de su candidatura que pasó al PLD, y como él decenas candidatos maltratados.
Si yo fuera Miguel Vargas Maldonado reconociera que el PRD derrotó al PRD, tanto al nuevo como al viejo imposibilitado de detener el empuje del liderazgo de Leonel Fernández, que guió a su partido a una victoria apabullante.
Si yo fuera Miguel Vargas Maldonado reconociera que el PRD y el PLD se disputaron la compra de cédulas.