La Habana.- Los buques hundidos tras la batalla naval librada en 1898 entre las flotas de España y Estados Unidos en Santiago de Cuba podrán ser visitados a partir de octubre próximo, como parte de una oferta especializada que el Ministerio de Turismo de Cuba ha lanzado con el mercado europeo en mente.
El paquete, llamado "Una inmersión en la historia", abrirá la ruta submarina para ver los pecios y será comercializado por la agencia de viajes estatal "Cubatur", según informaron hoy a Efe fuentes de ese grupo.
El ejecutivo comercial de la oficina de "Cubatur" en Santiago de Cuba, Alexis Hartman, explicó que la oferta se enfocará fundamentalmente en el mercado europeo, para países como Alemania, Inglaterra, España y Francia.
En ese sentido, añadió que "hay una potencialidad grande para el mercado norteamericano y el español, pues existen raíces históricas conjuntas".
La idea es reflejar lo que ocurrió en el siglo XIX durante la guerra hispano-cubano-norteamericana, que concluyó con la batalla naval de Santiago de Cuba, por lo que se incluyen recorridos por esa ciudad oriental y también por La Habana.
En Santiago de Cuba, considerada la segunda ciudad de la isla, los turistas podrán seguir la ruta de las tropas estadounidenses tras su desembarco, así como visitar el Castillo San Pedro de la Roca, que domina la bahía de la ciudad.
"Antes de cada inmersión recibirán conferencias de historiadores sobre lo que ocurrió en la guerra", indicó Hartman, tras precisar que el paquete no está pensado para "grandes mercados", pues no debe incluir a más de 20 buzos.
Entre las naves que se podrán visitar están el "Cristóbal Colón", el "Almirante Oquendo" y el "Vizcaya", en el litoral oeste de Santiago de Cuba, así como el carbonero norteamericano "Merrimac", hundido en la bahía de esa ciudad, y hasta el cual sólo se puede bucear en dependencia de las mareas.
"Los pecios están en perfecto estado de conservación y para el buceo son magníficos. Son una joya, están casi en estado virgen, sin tocar", explicó Hartman.
El funcionario apuntó que en el interior y en los alrededores de los buques aún existen "muchísimas cosas" y objetos relacionados con la batalla.
"Se trata de que se visiten, pero organizadamente, para no destruir ese patrimonio. No se quiere una explotación extensiva, sino selectiva", agregó. Hartman insistió en el atractivo de la nueva oferta cubana, al destacar que desde "hace muchos años hay interés en España para ver los pecios".
La batalla naval del 3 de julio de 1898 decidió la independencia de Cuba, liquidó el poderío español en América y definió la entrada de Estados Unidos en la historia de la isla.
El almirante español Pascual Cervera comandó la acción contra la escuadra norteamericana, en la que solo falleció uno de sus marinos, mientras que por la parte hispana perdieron la vida 323 hombres, 121 fueron heridos y más de 1.200, entre ellos Cervera, hechos prisioneros.
Cervera salió con la escuadra por orden de Madrid en un acto prácticamente suicida, a pesar de que había propuesto diferentes alternativas para defender la ciudad.
Todos los navíos españoles embarrancaron o fueron hundidos bajo el fuego de los acorazados, cruceros y navíos de apoyo artillados norteamericanos.