La embolización, u oclusión selectiva de vasos sanguíneos con agentes embólicos para tratar una variedad de condiciones, había demostrado ser una forma efectiva de tratar la muy común fibrosis uterina, también conocida como fibromas. Sin embargo, todavía existían algunas dudas respecto a la fertilidad y la seguridad del embarazo después de este procedimiento. Por otro lado, el material que se inyectaba antes para embolizar no era específicamente diseñado para este procedimiento en sí. Ahora nuevos estudios y materiales han ayudado a aliviar la preocupación por la fertilidad y han optimizado esta terapia.
En el más reciente congreso de la Sociedad de Radiología Intervencionista se presentaron los resultados de un estudio realizado en Lisboa, Portugal, los cuales demostraron que la preservación de la fertilidad es equivalente al comparar la embolización con la miomectomía, o extirpación de fibromas de la pared del útero. Hasta ahora, la miomectomía era el único procedimiento recomendado para mujeres que sufrían de fibrosis uterina sintomática que deseaban mantener su fertilidad.
Un experto en este campo, el Dr. Oscar Sosa, radiólogo vascular e intervencionista, afiliado al Kendall Regional Medical Center, en Miami, Florida, explica que la embolización bloquea el flujo sanguíneo al útero por medio de la arteria uterina, que alimenta el útero y los fibromas. Los fibromas, que son tumores muy vascularizados, se destruyen al bloquear el flujo sanguíneo, pero el útero sobrevive por dos razones: el útero necesita menos suministro de sangre para sobrevivir, y el útero recibe sangre de otras arterias alternas, que no se embolizan. Sin embargo, ese bloqueo permanente de sangre hacía sospechar a algunos una posible interferencia con la fertilidad y un posible embarazo en el futuro. Por esa razón, algunos médicos preferían no recomendar la embolización, sino la miomectomía, que tenía un índice de fertilidad comprobado del 57 por ciento después de la cirugía. El estudio portugués encontró que las mujeres a las que se realizó la embolización presentaron un 58 por ciento de fertilidad después del procedimiento. Los dos porcentajes de fertilidad, el de la embolización y el de la miomectomía, fueron prácticamente iguales.
De hecho, la embolización de fibromas uterinos elimina casi completamente una de las complicaciones potenciales asociadas con la miomectomía; esta es que el procedimiento de miomectomía puede eventualmente llevar a una histerectomía completa (extracción de útero) si hay complicaciones significativas durante la cirugía, tales como hemorragia severa. El riesgo de histerectomía debido al procedimiento de embolización de fibrosis uterina es minúsculo, ya que no hay cirugía de por medio, y por lo tanto no hay riesgo de sangrado. Si después de una embolización aparecen otros fibromas, se puede realizar otra embolización preservando la integridad de útero.
El Dr. Sosa aclara que en algunos casos la fertilidad se pierde no por la cirugía o la embolización, sino porque los fibromas en sí mismos son una causa principal de infertilidad en las mujeres, pues estos tumores causan una distorsión significativa del útero y la cavidad endometrial. Además, pueden haber otras causas de infertilidad, como el factor de la edad, pues lo fibromas suelen presentarse precisamente en la edad en que la fertilidad de la mujer comienza a reducirse.
En cuanto a la seguridad del embarazo en aquellas mujeres que pueden quedar embarazadas después de practicárseles una embolización, este estudio reciente ha mostrado que no hay un incremento del riesgo asociado con el procedimiento. No hay un incremento significativo del riesgo de defectos de nacimiento o péridadas (abortos involuntarios).
“El estudio en Portugal ha venido a comprobar lo que en los Estados Unidos ya sospechábamos: que la embolización no significa un aumento significativo del riesgo de infertilidad, ni supone riesgo para el feto en el embarazo”, comenta el Dr. Sosa.
NUEVAS SUSTANCIAS
Tradicionalmente una sustancia llamada Partículas de PVA se venía usando para la embolización de fibrosis uterina. Sin embargo, estas partículas eran subóptimas para este procedimiento, debido al hecho de que tendían a agregarse causando obstrucción del agente embólico, y debido a que el tamaño de las partículas variaba mucho.
Ahora hay otros agentes embolizantes más nuevos, que han sido diseñados específicamente para la embolización de fibrosis uterina. Uno de los aspectos que se tienen en cuenta en las nuevas sustancias es que las partículas sean más uniformes en tamaño. La razón es que las arterias en las que se aplican tienen una medida específica; la idea es que las partículas vayan y ocluyan los vasos más pequeños que alimentan los fibromas, sin dañar las arterias más grandes que alimentan el útero en general. “Entre más control tienes sobre el tamaño de las partículas, mejor puede ser la embolización”, explica el Dr. Sosa.
Una de las nuevas sustancias se llama Embosphere. BioSphere, el fabricante, al compararla con la marca tradicional, asegura: “Aunque PVA ha sido usada durante un largo tiempo para embolizar, la inconsistencia en el tamaño y forma de las partículas hace que se pueda agregar [aglutinar] y bloquear el flujo sanguíneo distal [lejano] al tejido sano o bloquear los catéteres durante la inyección”.
Otra sustancia novedosa se llama Embozene. Celonova, el fabricante de esta tecnología explica que se trata de Avanzadas Microesferas de Color, que son la plataforma de embolización del futuro. “CeloNova trabajó con médicos para construir la particular embolizante ideal que posee las características de diseño ideales que requiere la radiología intervencionista. Los beneficios claves incluyen suspensión estable, estabilidad estructural, calibración precisa y alta biocompatibilidad”.
La embolización y la miomectomía se usan para eliminar los fibromas uterinos sintomáticos, que son los tumores benignos más comunes que se presentan en el campo de las condiciones ginecológicas. Algunos estudios muestran que alrededor de un 80 por ciento de las mujeres desarrollan fibromas uterinos. La gran mayoría no presentan síntomas, por lo cual no es necesario aplicar ningún tratamiento. Aproximadamente un 30 por ciento de las mujeres con fibromas uterinos presentan síntomas, más que todo sangrados, en cuyo caso se recomienda intervenir, ya sea extirpando los fibromas o embolizándolos.
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