Madrid.- El francés Sebastien Loeb (Citroen) pretende sumar su cuarta victoria de la temporada en Portugal, sexta cita del mundial de rallys, algo que le dejaría bien encauzado su séptimo título antes de la parada de verano, aunque no lo tendrá fácil ante el empuje de Ford y de sus compañeros de Citroen.
El finlandés Jari-Matti Latvala (Ford) ya se hizo con la victoria en Nueva Zelanda y se ha colocado segundo del mundial, mientras su compatriota y líder del equipo, Mikko Hirvonen, ya ha comentado que se ha desquitado de la presión del título y quiere volver a correr como antaño.
Además, también se puede encontrar los enemigos en casa. El español Dani Sordo (Citroen) ya ha recibido el preaviso de sus jefes de que podría ceder su puesto oficial si no mejora sus resultados, y Portugal se le da bien. Además, el noruego Petter Solberg (Citroen) es un inquilino habitual del podio, mientras el galo Sebastien Ogier (Citroen) está asombrando con su evolución y ya podría conseguir su primera victoria.
La cita lusa supone el fin a la primera parte del campeonato, el momento en el que el campeonato se toma un descanso para que los equipos realicen sus pruebas para mejorar sus vehículos, aunque este año, y con el fin próximo de los WRC, pocas pruebas se esperan.
Loeb cuenta con una cómoda renta de puntos en la general y, de conseguir la victoria, podría dejar encarrilado el título. Esto supondría un golpe moral a sus rivales, quienes con toda la segunda parte del campeonato por delante, y con demasiadas incógnitas para el próximo año, bien podrían empezar a pensar en el 2011 y abandonar sus intenciones para el presente.
Además, el último campeonato lo consiguió con sólo un punto de ventaja sobre Hirvonen, con lo que quiere sentenciar el título cuanto antes para evitarse nervios de última hora.
Sabe que es el mejor, y cuenta con la admiración del resto de pilotos, como ya mostraron en Nueva Zelanda, pero allí, tras una segunda jornada magistral, también demostró que es humano y que puede errar.
No lo tendrá fácil, puesto que habrá mucho en juego para otros pilotos y otros equipos.
El equipo Ford es ya la marca con más victorias en la especialidad, tras la conseguida por Latvala en tierras oceánicas. Y quieren seguir la racha no sólo para recortar distancias con Loeb sino también para colocarse líder en el campeonato de constructores.
Hirvonen ya ha dicho que volverá a conducir como antaño, sin pensar en el título, y sin la presión que ello supone. Quiere volver a ser rápido con su ritmo y no ir pasado de vueltas como hasta ahora, algo que le ha costado demasiado tiempo en accidentes y sustos.
Latvala por su parte tiene ante sí la posibilidad de distanciar a su compañero y en convertirse en líder del equipo, aunque el golpe que se dio el año pasado aquí seguro que lo tendrá presente, pero no debería coartarle.
Y tema aparte es la guerra que existe en Citroen, Loeb aparte. El puesto de Sordo en el segundo asiento oficial está más en duda que nunca. No ha tenido regularidad y ha perdido mucha distancia con la cabeza del mundial. Ya se le exige la victoria, cuando años atrás se le ha obligado a frenar para que le pasara Loeb.
Ogier está dando buenas sensaciones y ya pudo ganar en Nueva Zelanda. Sólo un error en la última especial lo evitó. Su progresión podría llevarle a conseguir su primer triunfo este año, y Portugal es una buena ocasión para él.
Además, Solberg también tiene sus opciones. Es regular en sus resultados y ya ha sido líder de pruebas este año. Su conducción con el C4 privado está a gran altura y aunque no es oficial ni tiene relaciones con la fábrica podría dar la sorpresa.
En la prueba lusa también estará presente la categoría SWRC, donde el español Xevi Pons (Ford) es líder. Éste llega tras sus dos victorias en Pozoblanco (Córdoba) en el campeonato de España de rallys de tierra, se coloca como favorito para conseguir su tercer triunfo en la categoría.
En total se disputarán 1.223,07 kilómetros de los que355,32 serán cronometrados y repartidos en 18 especiales. La cita comenzará el jueves con una superespecial, mientras que el viernes se disputará la primera gran jornada con un total de 463,53 kilómetros de los que 130,61 serán de velocidad y repartidos en siete especiales.
La prueba continuará el sábado con 435,34 kilómetros de los que 135,10 serán cotnra el reloj y estará repartidos en seis especiales, y finalizará el domingo con 324,30 km de los que 89,61 serán cronometrados y repartidos en cinco tramos.