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Leí de “homologar” aduanas con Haití, que bueno. Lleguemos, pues, hasta “armonizar” Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF), propias del archipiélago en los puertos, puestos fronterizos y aeropuertos de las dos alas del mismo pájaro. Oí que Haití tiene una nueva generación de fitoproteccionistas; enhorabuena, Audant.
Nos dice la Organización Mundial de Comercio (OMC) que por insularidad – razón geográfica – tenemos derecho a MSF propias, más estrictas o diferentes que las internacionales; siempre que no existan similares y las propias sean científicas (OMC/ASA/MSF/,1995). Las tienen Cuba, Japón, Nueva Zelanda, Reino Unido, entre otras economías insulares con soberanía fitocuarentenaria.
Las tendríamos en Santo Domingo, si Haití y República Dominicana armonizaran y ejercieran sus soberanías. Por ahí las “Ventajas Absolutas”, naturales que derivan de obstáculos Técnicos al Comercio (OTC), validos por la aplicación de MSF singulares en las islas. Somos el único socio exclusivamente insular en el CAFTA-RD y, se dice, habrá de aperturarse el Mercado Mundial a Haití. Pero cuidado, mí querido Guacanagariz (x), nuestros “socios internacionales regionales”, duchos en estos “negocios plagueros”, promueven que armonicemos con ellos al margen de nuestras singularidades.
Hace un lustro que el Consejo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (CIRSA), anduvo propalando, desde México hasta Panamá, que las fitosananidades centroamericana y dominicana son las mismas cosas. Eso no es cierto, mi querido Guacanagariz (x); a partir del primer Programa Agrícola de la Secretaria de Estado de Agricultura y Migración (SEAM), 1908). “La Misión Antiparasitaria del 1911”, contra las plagas y enfermedades del cacao y el coco; (Olivares, 1979), las “plagas insectiles primarias” de nuestra agricultura han sido y son “introducciones establecidas” de especies “indígenas” o “endémicas” en Tierra Firme (SEAM. Memorias, 1911-12: Pérez – Gelabert, 2008). No he visto para Centroamérica, desde Bates (1932) hasta Andrews y Caballero (1988), de insectos “indígenas exclusivos” de Saint Domingue corrompiendo las agriculturas de las Partes del Sistema de Integración Centro Americano (SICA).
Para Santo Domingo no se registran enjambrazones migratorias de plagas insectiles con la connotación bíblica de aquella que llevo a México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, al Consejo Internacional para el Control de la Langosta Voladora (CICLA 1953) actualmente el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA). (Berg, 1989), mecanismo de SICA. En fin, los indicadores dicen que las fitosanidades continentales y las isleñas no son las mismas cosas. Esa falacia no formal, en boca dominicana (CIRSA. ProTempore, 2004-2005), tuvo un propósito avieso.
¡Helo aquí: ¡el Decreto 47-06(1), mi querido Guacanagariz (x)! Que no Vio en sus considerando el Contrato OIRSA/SEA, 1997, pese a que según los agentes SEA del OIRSA continuaba vigente (SEA/OIRSA San Salvador,), después de que fuese denunciado (SEREX/OIRSA. Notariado, San Salvador…., C.N. Resolución,).
Un contrato similar fue denunciado por Costa Rica (2006), acusado de prácticas zoofitosanitarias fraudulentas y/o sin fundamento técnico; uso indebido de fondos públicos; sobornos; distracción de información pública etc., etc. La Legislatura tica vio las irregularidades, y la Contraloría mando al Ministerio de la Producción, (Antiguo MAG), a expulsar el Sistema Internacional de Tratamientos Cuatentenario (SITC), del OIRSA, de suelo tico ¡El Ministro tico y el Director deL OIRSA volaron! La corrupción fue obvia; la documentación sobra, mi querido Guacanagariz(x). ¿Quien desmiente?
Temo que además del tumbe grande, la competencia internacional regional de nuestros Productores, con los mismos rubros por los mismos mercados y precios, está vigilando nuestras exportaciones – inocuidad y plagas – desde los clusters internos hasta los destinos; que son los mismos de aquellos. ¿Para eso le pagamos? ¡Te estas pasando de pendejo mi querido Guacanagariz (x)!
Temo que este Decreto (1), nos esta diciendo que la inocuidad alimentaria, la sanidad animal, la protección vegetal, la basura internacional y el comercio exterior no son, en Republica Dominicana, Asuntos de Seguridad Nacional y, por lo tanto, esta bien que estén en las manos de plagueros internacionales regionales, duchos en estos negocios. ¡Es lo que dice ese Decreto! (1), mi querido Guacanagariz (x)¡
Veamos la etiología de esta nueva plaga – Oirsa marreronis. Var. sitc. (Ortiz & Romero, 2004), introducida deliberadamente desde Centroamérica a Santo Domingo en el siglo XXI.:
www.presidencia.gob.do/app/article.aspx
* Entomólogo-Economista. Embajador Encargado de Ciencia y Tecnología (2000 -2003).