La viga en los ojos de los altos dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano no les permite observar su desempeño en el pasado proceso electoral.
El dulzor de su democracia los ha llevado ha empalagarse, de tal forma que no les deja saborear sus logros, mientras la ceguera política les impide mirar la tierra que con sangre, esfuerzo y sacrificio sus hombres y mujeres han abonado.
Por el momento los perredeistas han perdido la capacidad de análisis y reflexión, porque ni remotamente sus dirigentes se han dado cuenta que su partido, debido a su triunfo pasó de la casilla número dos a las uno, en la boleta para el certamen electoral del 2012 y todo debido a que de manera individual obtuvo más votos que el Partido de la Liberación Dominicano y sus aliados.
Es algo que puede ser calificado de insólito, que importantes medios de comunicación y analistas políticos resalten que el PRD alcanzó en las elecciones del 16 de mayo, 13 alcaldías de los 25 municipios con mayor cantidad de electores; el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), nueve; y el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), tres.
Esos municipios representan alrededor del 60 por ciento de los inscritos en el padrón de electores, de acuerdo al boletín 2010 de la Cámara Administrativa de la Junta Central Electoral (JCE).
Las alcaldías ganadas por los perredeístas en los comicios del pasado 16 son Santiago de los Caballeros, que tiene una población votante de 483 mil electores; Santo Domingo Norte con 246 mil 943, Santo Domingo Oeste con 212 mil 549, San Cristóbal con 145 mil 763 y Moca con 129 mil 838.
También Los Alcarrizos con 113 mil 171 votantes, Baní con 108 mil 349, Bonao con 95 mil 614, Bajos de Haina 70 mil 470, Boca Chica 61 mil 307, Mao 53 mil 722 y Barahona con 51 mil 664 electores.
Los perredeistas no se dan por enterados que su organización tiene cinco puntos porcentuales por encima del PLD, porque más personas de las inscritas en el padrón electoral inclinaron su preferencia por sus candidaturas en los dos niveles.
Los altos dirigentes del PRD no tienen tiempo para explicarle a la militancia la forma como obtuvieron los peledeístas tantos senadores, si ellos mismos, como los cristianos de Jerusalén, lo que están es pidiendo la crucifixión del maestro.
Nadie entiende la razón que impide que los dirigentes del partido más grande que ha producido el país vayan a un retiro espiritual, se alejen de la montaña para que puedan observarla en su justa dimensión y en el marco de una profunda reflexión de crítica y autocrítica analicen la situación interna que los abruma, conversan, se valoran, se perdonan y luego los resultados los comparten con el país político y con la militancia perredeísta de ese nutritivo encuentro.
