LONDRES.- Las niñas que consumen una dieta rica en carne durante la infancia tienden a comenzar sus períodos menstruales más temprano, afirma una investigación.
El estudio, llevado a cabo en el Reino Unido, comparó las dietas de más de 3.000 niñas de hasta 12 años de edad.
Los resultados muestran que el alto consumo de carne a los tres años -más de ocho porciones a la semana- y a los siete años -12 porciones- está fuertemente asociado a una menstruación precoz.
Los investigadores afirman que es probable que una dieta rica en carne prepare al organismo para el embarazo provocando un adelanto en la pubertad.
Durante el siglo 20, la edad promedio en la que las niñas comenzaban sus períodos se redujo drásticamente. Aunque ahora la cifra parece haberse nivelado.
Se piensa que este aumento se debió a una mejora en la nutrición y a un incremento en los niveles de obesidad, los cuales tienen un impacto en las hormonas.
Para la investigación -publicada en Public Health Nutrition, la revista de la Sociedad de Nutrición del Reino Unido- el equipo de científicos utilizó datos de los registros de un grupo de niñas a quienes se siguió desde el nacimiento.
Cuando las niñas cumplieron 12 años y ocho meses, los investigadores dividieron al grupo entre las que ya habían comenzado a menstruar y las que no.
Posteriormente compararon las dietas de las niñas a los tres, siete y 10 años, y encontraron que el consumo de carne en los primeros años de la infancia estaba fuertemente vinculado a los períodos menstruales que empezaban más temprano.
De hecho, dicen los investigadores, a los siete años se vio un aumento de 75% en las probabilidades de tener el primer período a los 12 años entre las niñas que consumieron la mayor cantidad de carne comparado con quienes comieron la menor cantidad.
Aunque el resultado no tomó en cuenta el peso corporal, otras investigaciones en el pasado han mostrado que las niñas más grandes tienden a menstruar más temprano.
El inicio temprano de la menstruación ya ha sido vinculado a un aumento en el riesgo de cáncer de mama. Los científicos creen que esto quizás se debe a que, a lo largo de su vida, las mujeres son expuestas a niveles más altos de estrógeno.
Pero los expertos subrayan que no hay necesidad de que las niñas pequeñas reduzcan su consumo de carne ya que las que fueron clasificadas en el grupo de más alto consumo simplemente estaban comiendo demasiada.
Por ejemplo, las niñas de siete años en el grupo de alto consumo comían 12 porciones o más de carne a la semana, y las de tres años más de ocho porciones.
Tal como explica la doctora Imogen Rogers, profesora de nutrición humana de la Universidad de Brighton, Inglaterra, quien dirigió el estudio, "la carne es una fuente rica de zinc y hierro, y estos minerales son muy requeridos durante el embarazo".
"Una dieta rica en carne quizás está estableciendo las condiciones nutricionales adecuadas para un embarazo exitoso", agregó.
Cambios
El doctor Ken Ong, endocrinólogo pediátrico del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido, afirma que durante el pasado siglo se dieron "cambios enormes" en la aparición del primer período en las niñas.
Para el experto, el vínculo entre la pubertad más temprana con el consumo de carne es "plausible"