“En los barrios de mi pueblo también se dan las flores”, reza el estribillo de un poema del cantautor cristiano Ramón Leonardo, el cual traemos a colación a propósito de que en el sector 27 de Febrero, entronizado en la zona norte del Distrito Nacional, con más de 50 mil habitantes, ha nacido la Fundación Bendición de Dios, una entidad de manos abiertas y sin fines de lucro que sólo alberga el deseo de mitigar el dolor la sed, las carencias y las múltiples necesidades por las que atraviesan sus residentes.
Con una dirección integrada por profesionales del derecho, la medicina y trabajadores comunitarios, la Fundación Bendición de Dios se abre paso con la impulsión de un proceso de socialización de los problemas más relevantes y con la aplicación de un novedoso programa basado en planes de desarrollo que van desde la educación, la salud, el deporte y la cultura general, con los cuales pretende favorecer a los excluidos y necesitados de esa barriada.
Partiendo de que las instituciones sin fines de lucro tienen gran importancia para el fortalecimiento y desarrollo integral de una sociedad civil plural, democrática y participativa, el Consejo Directivo de Bendición de Dios y su cuerpo jurídico prepara el expediente de incorporación, mediante la ley 122-05 que regula y fomenta las asociaciones sin fines de lucro en la República Dominicana.
Con escasos recursos, pero con la esperanza por delante, esta desprendida institución social, con su lema “vivir para servir” se dispone a enfrentar con firmeza y decisión los retos del futuro, acompañando a los sectores más vulnerables del sector.
Con el objetivo de elevar por todo lo alto la calidad de vida de sus residentes, Bendición de Dios enfatiza en la salud y la educación, como soporte del crecimiento integral de sus moradores, por lo que desde ya sus instalaciones, localizadas en la Calle Luís Reyes Acosta, de la referida comunidad, sirven de sala de tarea virtual para estudiantes y de consultorio medico, donde un selecto personal de la salud brinda servicios de medicina general, pediatría, odontología, obstetricia y otras especialidades, bajo la dirección del Dr. Francisco Felipe Rodríguez.
Su presidente, el joven Jeimy Arias Lorenzo, manifiesta que “Bendición de Dios ha llegado a la barriada a dar lo que por gracias recibe”.
A pesar de las limitaciones de los recursos, Arias Lorenzo apela a la sensibilidad de los que más tienen para que fijen su mirada y echen una mano a los cientos de miles de niños, jóvenes y adultos que en el barrio 27 de febrero no cuentan con lo indispensable para vivir.
La Fundación Bendición de Dios, como nuevo espacio que recoge el sentir y el dolor de nuestro barrio se convierta en un verdadero referente y en una nueva propuesta de trabajo, lucha y sacrificio.
Ojalá que esta noble institución haga incidencia sobre las problemáticas de nuestro sector y se convenza de que juntos, hombro con hombro podemos exigir el mejoramiento de la calidad de vida de nuestro moradores, empoderándonos para demandar mayor inversión social para el barrio 27 de Febrero.
En el ámbito educativo exigir con fuerza la construcción de una escuela para el sector y velar por el buen funcionamiento de las existentes.
En cuanto a la salud del barrio, Bendición de Dios debe movilizarse por la construcción de un sub-centro de salud público que responda a las necesidades de los residentes del sector, diseñando campañas en contra de los ruidos, reducción de la incidencia de la Tuberculosis , las infecciones de Transmisión Sexual (ITS), el VIH y SIDA, embarazos no deseados (salud Sexual Reproductiva) con actividades de Comunicación para el Cambio de Comportamiento (C.C.C) en todos los temas de salud que afecten a nuestra comunidad. Además nos constituirse en abiertos vigilantes del buen funcionamiento de los servicios de salud que brindan tanto el hospital Dr. Luis Eduardo Aybar (Morgan) como el Moscoso Puello.
La Fundación Bendición de Dios no debe desmayar en la lucha y en la exigencia para que las autoridades competentes den respuesta a cada uno de los servicios sociales, como son la de recogida eficiente de la basura, suministro de agua potable y la reconstrucción de las calles, aceras y contenes de nuestra barriada.
Si es verdad que llegó la Bendición de Dios al barrio, en el aspecto deportivo y recreativo, los jóvenes y niños del sector pueden ser ayudados en el desarrollo de las diferentes disciplinas deportivas y recibir el acompañamiento en su justo crecimiento integral, Trabajando por la consecución de tableros y bolas y habilitar las canchas que funcionan en los postes del tendido eléctrico en diferentes calles del sector.
Debemos apostar a la Fundación Bendición de Dios para que trabaje y cree las condiciones para que en la barriada se construya una gran escuela laboral, donde nuestras mujeres y jóvenes puedan desarrollarse y aprender un oficio que le permita vivir con dignidad.
Nuestros niños y niñas deben contar con un espacio para su recreación, ya que todo el accionar Bendición de Dios deberá ser dirigido en la construcción de un mundo más justo y mejor para todos y, es por ello, que a nuestros chiquitines hay que organizarlos en grupos de baile folclórico, de poesía, de batón ballet, de teatro, de música, y de títeres.