Se dice y se dice y parece que no es suficiente. Las autoridades continúan con su fiebre impositiva y todavía no se han acallado los rumores sobre una posible nueva reforma fiscal, que podría aumentar aún más el porcentaje que se cobra a los alimentos por concepto del Impuesto sobre Transferencias de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS).
Además del famoso ITBIS, los dominicanos y dominicanas pagan Impuesto sobre la Renta, Impuesto sobre Ganancias de Capital, el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), donde está incluido el elevado tributo que se cobra por los servicios telefónicos, así como el Impuesto sobre Activos, el Impuesto sobre la Propiedad Inmobiliaria, Vivienda Suntuaria y los Solares Urbanos no Edificados, el que se paga por las Transferencias Inmobiliarias, sobre las Hipotecas, a las Transferencias de Vehículos de Motor y el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
Dentro de esta complicada y gravosa maraña impositiva, las telecomunicaciones en general se llevan una buena tajada. Por este servicio, los clientes pagamos un 16% por el ITBIS, 2% para el Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones y 10% de Impuesto Selectivo al Consumo, lo que suma un nada desdeñable 28%. Es decir que de cada 100 pesos que pagamos de nuestra factura, 28 se van para los impuestos.
Con esta realidad es con la que se justifican las empresas telefónicas para mantener bien caros sus servicios, sobre todo el de Internet, por lo que crece el clamor para que se establezca tasa cero para este servicio, con el objetivo de poder disminuir la profunda brecha digital que divide a la población dominicana en cuanto al acceso al Internet.
No menos escalofriante es lo que se paga en impuestos por los combustibles, que según la ley 112-00, asciende a 18 pesos por cada galón de gasolina Premium y 15 pesos por cada galón de gasolina regular.
Sin embargo, a pesar de todo lo que pagamos los dominicanos y dominicanas de pie, los empresarios han acercado su sardina al fuego, al presentar un informe que revela que la presión tributaria real en RD se ubica en un 20% del Producto Interno Bruto (PIB), y que la mayor proporción recae sobre las empresas.