Demasiada fructosa podría elevar la presión

Nueva York.- ¿Necesita un motivo para dejar de tomar tanta gaseosa? Su contenido de fructosa le elevaría la presión sanguínea.

Aunque no todos los estudios coincidan, los resultados se sumaron a las crecientes pruebas de que comer demasiada azúcar -a través de las frutas, el jarabe de maíz o el azúcar de mesa- puede tener serias consecuencias para la salud.

La hipertensión aumenta el riesgo de tener un accidente cerebrovascular o insuficiencia renal. Uno de cada tres estadounidenses sufre presión alta, una cifra que se triplicó en el siglo pasado, publicó el Journal of the American Society of Nephrology.

Para probar la relación entre la presión y la fructosa, el equipo analizó los resultados de una encuesta nacional a más de 4.500 adultos.

Las personas consumían alrededor de 74 gramos de fructosa por día, casi la cantidad presente en cuatro gaseosas. Un tercio tenía prehipertensión y el 8 por ciento sufría de hipertensión (por lo menos 140/90 mmHg, por encima del valor normal 120/80 o menos).

Cuanta más fructosa incluía la alimentación, más propensos eran a tener presión alta. Y eso se dio por varios factores, como la obesidad y enfermedades, o un consumo excesivo de azúcar, sal o alcohol.

Pero tras controlar todos esos factores, la posibilidad de tener hipertensión aumentó en aquellos que más fructosa consumían. El riesgo de tener la forma más grave (estadio 2) fue del 77 por ciento.

"En el supermercado, hay comida sin jarabe de maíz", dijo el doctor Michel Chonchol, de la University of Colorado, en Denver, que participó en el estudio. El consumo de fructosa podría reducirse si se eligen esos productos y se evita los que tienen azúcares agregados, apuntó.

"No hay duda de que la fructosa tiene efectos que otros azúcares no tienen", dijo Chonchol. Se desconocen los mecanismos, pero indicó que existen varias hipótesis.

"Necesitamos ensayos clínicos que incluyan a pacientes con hipertensión y una dieta con bajo nivel de fructosa para conocer si eso baja la presión", opinó Rachel K. Johnson, profesora de nutrición en la University of Vermont, en Burlington, que no participó en el estudio.

Hasta entonces, "¡hay que evitar, evitar y evitar las bebidas dulces! Son la fuente principal de azúcares agregados en Estados Unidos", exclamó.

Obtener fructosa de las frutas no sería tan problemático, dijo, quizá porque también contienen antioxidantes y fibra. Las frutas contienen de 4 a 10 gramos de fructosa por porción, mientras que una lata de Coca-Cola contiene 39 gramos de jarabe de maíz, del cual la mitad es fructosa y el resto, glucosa.

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