Cientos de cangrejos azules tomaron las calles de Cancún ante la atónita mirada de los turistas. Visitantes inesperados aparecieron en plazas comerciales, hoteles y avenidas de Cancún, el principal destino turístico de México.
Cientos de cangrejos rojos y azules abandonaron los manglares donde habitan, y caminaron a zonas concurridas de turistas y automóviles.
Muchos se asombraron con la visita, sobre todo porque ocurrió en un momento inesperado.
Entre septiembre y octubre de cada año, durante su época de reproducción, los crustáceos hembra caminan hacia las playas para depositar sus huevos. En su ruta atraviesan algunas calles y zonas habitadas.
Pero la migración de estos días es inusual, no sólo por el cambio de tiempo sino porque el número de cangrejos fue muy superior a lo normal.
"Fueron cientos y cientos, sobre todo de la especie azul. Es algo que nunca había visto", le dijo a BBC Mundo Graciela Saldaña, directora de Ecología de la alcaldía de Benito Juárez, donde se encuentra Cancún.
Hasta ahora no se sabe la causa de esta inusual migración. Autoridades ambientales dicen que el oleaje causado por el huracán Alex inundó las cuevas donde viven, y obligó a los crustáceos a buscar refugio en zonas más altas.
En otoño, algunos suelen recorrer la ciudad, pero sorprendió la cantidad y la época del año en que aparecieron.
También podría ser un síntoma de la adaptación de crustáceos a su nueva realidad, es decir, una vida entre automóviles, grandes hoteles y miles de turistas, dijo Saldaña.
Apenas hace 40 años la zona que hoy es Cancún era una larga y deshabitada extensión de playas y manglares.
Los cangrejos no tenían ningún problema para cumplir su ciclo de vida: en la época de reproducción caminaban por la arena hacia el mar.
Pero ahora la ruta a la zona de desove incluye una de las avenidas más transitadas del centro turístico, así como restaurantes y hoteles.
Desde hace 10 años la alcaldía estableció brigadas de ayuda a los cangrejos para evitar que sean arrollados por los automóviles.
Empleados del gobierno, vecinos y turistas ayudan a los crustáceos a cruzar las calles, y si es necesario, detienen el tráfico vehicular. A veces las brigadas interceptan a los cangrejos y los depositan en cubetas para llevarlos hasta la playa.
Ahora la estrategia no pudo aplicarse completamente porque la migración tomó por sorpresa a las autoridades.
La caminata de cangrejos disminuyó notablemente, pero podría repetirse en los próximos días con el paso de la tormenta Bonnie, que según el Servicio Meteorológico Nacional tiene posibilidades de convertirse en el segundo huracán de este año.
"Vamos a estar pendientes de los manglares por si deciden volver a dejar sus cuevas", dijo Saldaña.