Puerto Príncipe.- El Fondo de las Naciones Unidades para la Infancia (Unicef) señaló hoy que, seis meses después del intenso terremoto que afectó parte de Haití el 12 de enero, los retos para cubrir las necesidades de más de 800.000 niños afectados y sus familias "siguen siendo enormes".
"El terremoto en Haití fue un desastre para los niños y todavía no ha terminado", señaló en un comunicado el director ejecutivo del organismo, Anthony Lake.
No obstante, Unicef agregó que junto a sus aliados "están trabajando muy duro cada día para salvar vidas y para ayudar a los niños a alcanzar su futuro".
El organismo detalló en el comunicado que 1,2 millones de personas reciben agua potable en Haití a través del trabajo que realiza junto a otras organizaciones de ayuda humanitaria.
Además, de que está suministrando directamente agua a 330.000 personas.
Asimismo, agregó que más de 275.000 niños han sido inmunizados contra enfermedades que se pueden evitar con vacunas.
"Los programas de nutrición están suministrando alimentación a unas 550.000 personas con necesidades especiales -niños menores de cinco años y madres lactantes- y unos 2.000 niños con malnutrición severa aguda reciben atención y alimentación terapéutica, que salva sus vidas", agregó.
Además, medio millón de niños, de los cuales 185.000 son de programas propios de Unicef, han recibido material escolar. También se ha impartido formación especial a 2.300 profesores y a 3.000 trabajadores de la enseñanza desde el siniestro.
Unicef recordó que el sector de la enseñanza fue duramente golpeado por este desastre, con 3.978 escuelas dañadas o destruidas, lo que supone el 80% de todas escuelas de la zona afectada por el terremoto.
"Esto ha agravado una ya frágil situación en la que, antes del terremoto, menos de la mitad de los niños en edad escolar iban a la escuela", subrayó.
Sin embargo, recordó que hace tres meses brindó apoyo al Gobierno haitiano para llevar a todos los niños de Haití a la escuela.
"Desde entonces, escuelas temporales han ido restableciendo poco a poco la estructura y la estabilidad en las vidas de los niños afectados por el terremoto, y también han propiciado un lugar seguro para realizar otras iniciativas de salud y protección", señaló en el comunicado difundido con motivo de los seis meses del sismo.
En la actualidad, señaló, "la atención se centra en extender las oportunidades de aprendizaje a todos los niños, especialmente a quienes tienen más difícil el acceso a la enseñanza, a lo largo de todo el país".
Además, precisó que trabaja con el Gobierno local para conseguir aligerar la carga de las tasas escolares en un contexto en el que el 90% de las escuelas son privadas.
Según cifras oficiales, a raíz del terremoto murieron 300.000 personas y dejó igual cantidad de heridos. EFE