La Romana.- Un hombre que había advertido se mataría de un cartuchazo en la cabeza, cumplió su propia promesa, en la mañana de este martes, cuando utilizó una escopeta, se colocó el cañón en la cara, accionó el gatillo y sonó el disparo que lo mató en el acto.
Antes de matarse había comunicado por teléfono a un hermano que se iba a quitar la vida, pero se ignoran los motivos.
La víctima fue identificada como Jaime Ernesto Rabassa Cruz, de 61 años, quien cometió el suicidio a eso de las 9:00 de la mañana, en la casa 22, calle "N", del sector Preconca, frente al "Hogar del Niño Padre Abreu", de esta ciudad.
El rostro quedó irreconocible por el impacto de las municiones.
"Él me llamó al celular como a las ocho y algo de la mañana, me dijo que fuera a buscar los papeles de su jeep para que lo venda, y así pagarme un dinero que me debía. Le dije que no quería su dinero, que no se preocupara por eso, que no vendiera su jeep”, declaró a la prensa Fernando Rabassa, hermano de la víctima, quien estaba en comunidad de Higüeral cuando recibió la infausta noticia
Agregó que su hermano le advirtió entonces que se iba a dar un tiro con la escopeta y cerró el teléfono.
En el levantamiento del cadáver participo el fiscal Víctor Gil y legista Benito Kelly
Jaime Ernesto Rabassa tenía problemas con un tobillo debido a un accidente de tránsito, razón por la que prefirió no estar solo en su casa del sector San Carlos, duró un tiempo donde la madre de una de sus hijas y en estos días dormía en la casa familiar, ya que allí se sentía más cómodo y cuidado, según contó su sobrina Ingrid Rabassa.
El suicida, que había procreado al menos cinco hijos, gozaba del aprecio de mucha gente. Anoche jugaba al dominó con unos amigos, que hoy no entiende que llevó al hombre a cometer tal brutalidad.
El fiscal Víctor Enrique Gil aseguró que todo se trató de un suicidio, de conformidad con las indagatorias preliminares del caso. Enseguida, el médico legista Benito Kelly exhortó a actuar "con paciencia y calma ante los problemas", a fin de no tomar la macabra decisión de quitarse la vida.