Estados Unidos.- Por años se ha hablado de la seguridad en los cruceros, y mientras los ejecutivos de las compañías de barcos insisten en que esta es una de las formas de transporte que más la garantiza, muchos se cuestionan si ese concepto no se ha logrado a base de silencio.
Esto debido a que las compañías de crucero solo estaban obligadas a reportar ciertos incidentes, y en ciertos territorios, y las leyes internacionales habían sido bastante flexibles en este sentido, lo que ayudaba a que muchos sucesos nunca salieran a la luz pública.
Pero eso se acabó. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, acaba de firmar la “Cruise Vessel Security and Safety Act”, que entrará en vigor dentro de 18 meses. El proyecto había sido presentado por el Senador John F. Kerry, de Massachusetts y la Representante Doris Matsui, de Sacramento.
Entre los aspectos destacados de la ley, está el que requerirá que se reporte al FBI y a la Guardia Costanera de Estados Unidos todos los incidentes serios, incluyendo secuestros, violaciones, desapariciones de pasajeros, muertes o cualquier otro acto que pueda ser considerado violento.
Los ejecutivos de las principales asociaciones de cruceros, entre ellas la Asociación International de Líneas de Crucero (CLIA), han reiterado su apoyo a la ley, aunque recalcaron que los casos de crímenes en barcos son mínimos y que las líneas siempre han cooperado con las autoridades. “Compartimos y apoyamos los esfuerzos del Congreso para asegurar la seguridad de los pasajeros de cruceros”, dijo en un comunicado Terry Dale, presidente y principal oficial ejecutivo de CLIA.
Además de esas notificaciones, se exigirán cambios físicos dentro de los barcos, como requisitos de que las barandas sean de 42 pulgadas de alto, y que todas las puertas de cabinas, tanto de pasajeros como de tripulación estén equipadas con mirillas. Muchas de estas medidas ya habían sido tomadas en las embarcaciones, y sobre todo las más nuevas cuentan con esos accesorios.
También deberán estar equipados con tecnología que detecte cuando una persona cae al mar, y contar con cámaras de vigilancia capaces de utilizarse como prueba en caso de ocurrencia de delitos.