En la entrada del auditorio Columbia University Alumni, en Washington Heighst, en New York, se detuvo una lujosa limosina color negra; los presentes creían que se desmontarían de la misma los actores Juan Fernández, que interpreta el papel del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina en la película “Trópico de Sangre”, dirigida por Juan Delancer o Sergio Carlo, otro de los estelares del film. Vaya sorpresa cuando salió del vehículo acompañado de una dama, el otrora poderosos presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), sub-jefe de la Secretaría de las Fuerzas Armadas Dominicanas (Ministerio), y jefe de la Marina de Guerra, el exvicealmirante Julio César Ventura Bayonet.
Todos comentaban la aparición de Ventura Bayonet, puesto que no es actor, ni critico de cine. No faltaron los que decían que andaba buscando una visa moral para el sueño, toda vez que en los corrillos de la República Dominicana, su nombre figuraba entre los jerarcas militares que supuestamente los Estados Unidos les habían quitado el visado.
La presencia de Ventura Bayonet en New York en un escenario preseleccionado despeja los rumores y las dudas. Ahora bien, los conocedores de los métodos investigativos norteamericanos establecen que tener o no una visa no lo libera de una investigación, y que en ocasiones se permite el tránsito como parte de la misma para avalar documentaciones y pruebas que sustenten lo que se quiere investigar, que necesariamente no es el caso de Ventura Bayonet.
El mercadeo utilizado para esa visa moral no puede sepultar la auditoría de la Cámara de Cuentas del 27 de abril del 2009, donde se establece que en la jefatura de Ventura Bayonet en la Marina de Guerra se cometieron irregularidades.
Entre esas citan los auditores un sistema contable totalmente deficiente e inoperante donde “no utilizaban recibos de ingresos y que el intendente general de esa institución, capitán de navío Rafael Guillén Sarante, ordenaba hacer los reportes, con copias de cheques y volantes, que regularmente llevaban su nombre y un oficio”.
El resumen ejecutivo de la auditoría de la Cámara de Cuentas afirma que “esas operaciones afectan la racionalidad, credibilidad, confiabilidad y manejo de los ingresos”.
Esta investigación determinó que “existen diferencias entre los reportes diarios de caja y los depósitos físicos”.
También, que las conciliaciones bancarias no se preparaban en tiempo oportuno”.
Según Ventura Bayonet, la auditoría se “trata de un plan perverso para hacerle daño, el cual según dijo es orquestado por sectores a los que afectó cuando estuvo en la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y la Marina de Guerra”.
Es decir, que para Ventura Bayonet la Cámara de Cuentas de la República Dominicana, presidida por una dama honorable, la doctora Licelot Marte de Barrio, es perversa.
Son muchos temas y puntos por explicar que tiene Ventura Bayonet, entre ellos porque uno de los acusados del caso Paya, el coronel Guzmán dice que debían investigarlo (a Ventura Bayonet) por las riquezas que tiene, prometiendo que escribiría varios artículos sobre el particular.
Asimismo, la detención por el caso Paya de uno de sus asistentes, de apellido Peña Valdez, el cual tuvo que entregar al jefe de la policía, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín; el caso del contrabando de bebidas, incautado por la Dirección General de Aduanas, en la autopista Duarte y donde se presentó a impedir la acción alegando posteriormente que acudió a petición de un amigo.
Igualmente, el testimonio de Rolando Florián Félix en el tribunal donde se ventiló el contrabando de cocaína en el barco Phoni y en una cinta grabada cuando el Mayor General Enrique Pérez y Pérez lo apresó.
El traslado luego de incautar 114 kilos de cocaína en cabeza de Toro del coronel Arsenio Maldonado, que en el cumplimiento de su deber envió en calidad de detenidos a encargado el M-2, marineros y oficiales porque tres boricuas apresados en el yate que tenía el cargamento dijeron que “habían dado mucho dinero y que era la quinta vez que hacían estas operaciones”.
Este oficial, de una capacidad y seriedad comprobada realizó un curso de alto comando en Washington y sus tesis fue sobre el combate del narcotráfico en el Caribe y días antes de ser destituido Ventura Bayonet lo pensionó.
Que se sepa, nunca Ventura Bayonet se ha referido a lo que dijo en su presencia el jefe de la Marina de Guerra, Homero Luís Lajara Solá, en el sentido de que a partir de ese momento la componenda, la corrupción y el narcotráfico serían desterrados de sus filas.
Si lo que busca con el viaje a la premier de Trópico de Sangre era una visa moral para el sueño, en esto puede dormir tranquilo, despejó las dudas de lo relacionado a visa Norteamérica. No se si podrá dormir tranquilo en medio de las pesadillas que pudieran generar los acontecimientos señalados más arriba y el de la denuncia de los familiares de Florián Feliz en el programa de Nuria Piera, en el sentido de las torturas a un primo del capo, que cuando puso en el tribunal develó muchas cosas sobre su figura.
Por pasar esta entrevista Nuria fue hostigada y amenazada, no se si la visa cubre esta estela de acontecimientos cuya figura central es Ventura Bayonet.
Que disfrute su visa y entienda que una cosa es con guitarra y otras con violín.
Habrá que esperar.
