NUEVA YORK.- En su primer encuentro con la prensa desde que mandara a su suegro a un hospital, Francisco Rodríguez se disculpó con toda la familia de los Mets de Nueva York y anunció que trabajará para ser una mejor persona, pero su robótica alocución dejó más preguntas que respuestas.
"Primero, estoy extremadamente apenado", dijo el cerrador venezolano, el sábado, durante una comparecencia de exactamente 50 segundos en un pequeño salón cerca del camerino de los Mets en Citi Field.
"Quiero disculparme con [los propietarios] Fred Wilpon, Jeff Wilpon y el señor Saúl Katz por el incidente ocurrido la noche del miércoles Me quiero disculpar con los fanáticos de los Mets, con mis compañeros, por supuesto con la oficina central, por el avergonzante momento que les causé", dijo Rodríguez.
El miércoles, Rodríguez fue arrestado por golpear a su suegro, Carlos Peña, quien debió ser trasladado a un hospital con arañazos en el rostro y un golpe en la cabeza. El incidente ocurrió en un salón especial que tiene el Citi Field para los familiares de los jugadores.
Carlos Peña, de 53 años, es el padre de Daian, la compañera sentimental de Rodríguez y la madre de sus últimos dos hijos. No es residente de Estados Unidos y solamente pasaba una temporada con su hija y nietos.
Los Mets suspendieron a Rodríguez por dos días sin salario– el periódico Daily News reportó que el club intentó imponer una sanción más larga, pero que desistió para evitar una confrontación con la Asociación de Peloteros– y la policía le levantó cargos por asalto en tercer grado y le impuso una orden de alejamiento del suegro.
"Estoy buscando ser una mejor persona", dijo Rodríguez, quien rechazó responder preguntas de los periodistas o repetir su declaración en español.
"Ahora mismo el plan es entrar a un programa de control de ira. No quiero hablar más debido a las implicaciones legales del caso. Lo siento", dijo Rodríguez para dar por terminado el breve encuentro con la prensa.
Aunque no leyó un papel, Rodríguez sonó como si recitara un guión que ensayó varias veces. Hacerlo solamente en inglés le quitó la oportunidad de darle más énfasis e imprimir el sentimiento que seguramente habría tenido en español, que es su lengua materna.
El jugador desaprovechó la oportunidad de ofrecer su versión– no de justificar– una conducta inapropiada que le ha generado a su persona y los Mets una tremenda publicidad negativa.
Al no contestar preguntas, independientemente de las supuestas implicaciones legales, "K-Rod" ganatizó que su caso seguirá opacando el desempeño del equipo por los próximos días. O semanas.