El decreto 501-09, emitido por el vicepresidente Rafael Alburquerque, que retira de las filas de la Policía Nacional al general Juan Tomás Taveras, fortalece la autoridad jerárquica del Mayor General Rafael Guillermo Guzmán Fermín, jefe de la institución del orden.
Esta medida, dispuesta por el presidente de la República, doctor Leonel Fernández Reyna, dentro de las atribuciones que le confiere el artículo 55 de la Constitución de la República, es con base al ordenamiento jurídico de la ley institucional de la Policía Nacional número 96-04.
El artículo primero sobre la naturaleza de la Policía Nacional deja establecido que es una organización estructurada jerárquicamente, y funciona por lo que especifica la Constitución.
Este artículo es lo suficiente claro en el sentido de que en la policía, institución especializada y permanente del Estado, sus miembros tienen que aceptar y respetar el orden jerárquico de autoridad y mando.
En efecto, el articulo dice “la Policía Nacional es una institución especializada y permanente del Estado, apolítica, apartidista y de naturaleza policial. Su estructuración y organización son de naturaleza jerárquica y su funcionamiento se rige estrictamente por lo establecido en la Constitución de la República, por las leyes, decretos, resoluciones y reglamentos que a ella se refiere”.
Se entiende entonces que sus miembros no son beligerantes, sino obedientes a lo expresa esta ley, su reglamento y la Constitución.
Para no dejar duda, el articulo 1º sentencia que “el jefe de la Policía Nacional, bajo la autorización del Secretario de Interior y Policía, el mando inmediato de la Policía Nacional estará a cargo del jefe de la Policía Nacional, quien será la más alta autoridad policial en todas las cuestiones de mando, organización, instrucción y administración de la institución policial”.
La ley manda en el artículo 43, que “se debe entender por jerarquía en la Policía Nacional la calidad propia desnivel respectivo en al carrera policial que faculta a cada uno por el ejercicio de tareas de dirección, organización y liderazgo o autoridad en el servicio policial. El nivel se divide en grados o rangos que determinen las posiciones relativas y facultades de las diversas personas que lo poseen”.
Explicando en el artículo 48, que: “La superioridad policial es la que tiene un miembro de la Policía Nacional con respecto a los demás, por jerarquía o antigüedad o función”.
La violación a uno de estos artículos se castiga y esas sanciones se detallan en el 65, de la siguiente manera “los miembros de la Policía Nacional estarán sujetos según la gravedad de la falta incurrida, a las sanciones disciplinarias siguientes:
a) Amonestación verbal.
b) Amonestación escrita.
c) Arresto por un máximo de hasta 30 días.
d) Suspensión de funciones sin pérdida de sueldo.
e) Degradación;
f) Separación definitiva”.
La ley no distingue rangos para la aplicación de una sanción, sino que resalta miembros.
Todos, desde el raso hasta el general, son miembros que deben asumir al ingresar a la policía que existe una autoridad jerárquica que impone la disciplina, las normativas y da las órdenes.
El general retirado Taveras acudió sin la debida autorización a la emisora La Z, donde se produce el espacio El Gobierno de la Mañana, emitiendo juicios de valores, entre ellos que la policía no estaba jugando su rol, y que el principal enemigo de la policía eran las Fuerzas Armadas Dominicanas. No sólo eso, sino que la policía no había avanzado en cuanto a la reforma y misión a cumplir.
El que escuchó a Taveras, no sólo se sorprendió, sino que quedó boquiabierto, porque parecería que él no perteneciera a esa institución y no se diera cuenta que sí ha avanzado.
La policía de 1990, la policía 2000 y la policía del 2009, no es la misma policía.
Sí se ha avanzado, impulsando la reforma policial, dando como resultado la promulgación de la ley institucional de la Policía Nacional No-96-04, donde se definen las funciones de la Dirección Nacional Preventiva, la policía científica, policía comunitaria; la Dirección Nacional de Investigaciones, Dirección Central de Investigaciones Criminales, Dirección Nacional de Asuntos Internos, la Inspectoría General, director de recursos humanos, sanidad policial, Dirección de Educación y entrenamiento, entre otras.
Una muestra de este avance es que cuando en la jefatura del Mayor General Pérez Sánchez se comenzó aplicar la reforma, para servicio de la policía preventiva, había 200 miembros, y hoy con el apoyo del presidente Fernández Reyna, paso a paso la policía viene renovándose recibiendo vehìculos, motores, recursos y todo lo necesario para tener una policía moderna, eficiente y acorde a los tiempos donde se respeten los derechos ciudadanos.
Actualmente, unos 13 agentes están al servicio en la policía preventiva, y eso es un avance, que estando dentro de la institución el general retirado Taveras no percibió, partiendo de su intervención en la radio y el artículo publicado en Clave Digital.
Por sus pronunciamientos, el jefe de la policía mandó a buscar a Taveras a su despacho, amonestándolo, haciendo saber que ese era un pronunciamiento errado y muy personal.
Para que no se repitiera este comportamiento el Mayor General envió una comunicación dirigida a cada general, y otra particular a Taveras, que al desconocer la amonestación con la autoridad que le da la ley el Mayor General Guzmán Fermín, impuso 10 días de arresto de conformidad a lo que dice la ley en caso de actos indisciplinados.
Una vez arrestado Taveras, en una franca rebelión y pasándole por encima a la ley policial, encamina un proceso judicial contra la jefatura para que la justicia civil le levante la sanción.
Los tribunales, en los casos punibles de crímenes y otros hechos delictivos pueden juzgar a los miembros de la policía. Sin embargo, cuando son asuntos internos de disciplina y jerarquía como el caso que nos ocupa, la jefatura tiene la facultad en cuanto a la autoridad y la ley para aplicar sanciones.
El jefe de la policía actuó acogiéndose a la ley, la jerarquía y la autoridad que ha sido reconocida por el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
Si no se hubiesen tomado medidas en este comportamiento indebido e ilegal de Taveras, se sienta un mal precedente, minando la disciplina interna, el mando, la jerarquía y la verticalidad en el cumplimiento de las órdenes.
El general retirado Taveras tiene registrada más 125 sanciones impuestas por él en su calidad de superior jerárquico.
¿Se imagina usted lo que sucedería si cada miembro se niega a aceptar una amonestación, una sanción o un arresto? Buenos se soltarían los demonios en las filas y el caos.
Bien hecho por el jefe de la policía en arrestar a Taveras y bien hecho por el presidente Fernández Reyna por ordenar su retiro forzoso.
La jerarquía, la disciplina, la autoridad y el mando no se pueden negociar en la policía u otra institución militar.
Así de sencilla es la cosa.