Humildes viviendas del sector San Carlos, en el mismo centro del Distrito Nacional y vecinos del Palacio Presidencial dominicano, están siendo anegadas diariamente por aguas cloacales y desechos de materias fecales, debido a la obstrucción del alcantarillado.
Las familias afectadas reportan casos frecuentes de enfermedades respiratorias, alergias, tuberculosis, leptopirosis y dengue, mayormente en niños y ancianos.
Reporteros de DominicanosHoy.com recorrieron los callejones el Pipi, Azul y La Yaya, de San Carlos, pudiendo comprobar las condiciones infrahumanas en que viven esas familias, que también sienten en carne propia la miseria y la delincuencia.
Hombres, mujeres, niños y ancianos, caminan entre charcos de aguas cloacales y desechos fecales que se forman en el suelo rústico de las viviendas, fabricadas de Madera y zinc, y en menor cantidad de concreto y plywood.
Tal es la situación, que los vecinos del lugar se turnan diariamente para sacar con cubos y latas el agua podrida, como una forma de impedir el deterioro de sus ajuares, pero exponiéndose algún tipo de enfermedad.
La situación obliga a muchos vecinos hacer sus necesidades fisiologías en fundas plásticas, que posteriormente llevan a los basureros de la vía pública, en el entendido de que si usan los sanitarios, los desechos irían a parar a la sala de sus viviendas.
También se ha convertido en un sacrificio para esas familias caminar en los callejones en que viven, sin pisar el agua contaminada que brota de la cloaca.
Magalis Padilla, presidenta de la junta de vecinos de San Carlos, narró que esas familias han vivido 15 años en esas condiciones, ante promesas incumplidas y la mirada indiferente de las autoridades competentes.
“En una primera visita, el síndico Roberto Salcedo prometió ayudarnos y como nunca llegó; les visitamos en una segunda ocasión, y nos refirió a la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) y estos tampoco han hecho nada”, manifestó la dirigente, visiblemente molesta.
El recorrido por el lugar se dificultó un poco, debido a que los callejones estaban llenos de aguas residuales.
Finalmente se pudo, gracias a que una señora, cubeta en mano, facilitó el desplazamiento de los reporteros. A medida que se avanzaba por los callejones, más deprimente era la realidad.
“En este país se vive haciendo metro y elevados, sin embargo, a nosotros no pueden ayudarnos con esto, es increíble que en pleno siglo 21, un barrio como San Carlos viva bajo esas condiciones”, sostuvo Padilla.
En los callejones el Pipi, Azul y La Yaya, de San Carlos, también piden viviendas dignas y algún tipo de medidas para paliar la ola de violencia y delincuencia que dijeron les azota.
El estado de pobreza, hacinamiento e indigencia en que vive la anciana Juana García, paraliza el corazón de sus vecinos, que no pueden hacer nada para ayudarla.
Ese sentido, Padilla expresó que han solicitado al gobierno la construcción de un plan de viviendas económicas para facilitarles una digna a las personas que viven en esos callejones.
“Vivimos a pocos metros del Palacio Nacional, el presidente Leonel Fernández es nuestro vecino, y ni por eso han venido auxiliarnos, necesitamos ayuda urgente”, expresó la presidenta de la junta de vecinos.
Los habitantes de los patios advirtieron al gobierno que si en 15 días no atienden sus reclamos desarrollarán una serie de protestas, para exigir sus derechos a la vida.