Para que el masaje sea verdaderamente relajante e inolvidable, no sólo bastan las “manos de ángel” de la especialista. También hay que tener en cuenta una serie de factores que influyen directamente sobre el resultado del tratamiento. Aquí van algunos:
1. Temperatura ambiental: A medida que el cuerpo se relaja la presión sanguínea tiende a bajar, por lo que la persona que disfruta del masaje puede comenzar a sentir frío. Por eso, es importante que en la sala esté a temperature agardablea. Es recomendable cubrir con una sábana de algodón la zona del cuerpo que no está siendo trabajada.
2. Luminosidad: La luz del lugar donde se lleva a cabo el masaje debe ser tenue.
3. Aroma y sonido: El uso de esencias aromáticas para ambientar la sala es fundamental, así como también la música que acompaña el masaje. Lo ideal es que esta última tenga sonidos naturales, como caídas de agua o melodías de aves.
4. Presión: Al realizar un tratamiento de relajación, la especialista debe ejercer una presión semiprofunda pero no superficial, ya que de lo contrario la persona sentirá que sólo le están acariciando su piel.
5. Coordinación: Es importante que el masaje sea armónico y nunca a una velocidad acelerada. De ser así, en lugar de relajar a la persona, el tratamiento la va a alterar. Asimismo, debe cubrir todo el cuerpo.
6. Contacto: La esteticista siempre debe estar en contacto con la persona a la que le está realizando el masaje, es decir, en ningún momento debe dejar de tocarla.
7. Prevención: Al hacer el tratamiento boca abajo, los pies deben instalarse sobre una almohada para evitar calambres. Al voltearse, ésta debe ser ubicada debajo de las rodillas para prevenir dolores lumbares.
8. Duración: Un tratamiento de relajación debería extenderse, como mínimo, por 30 minutos. Sin embargo, para que el objetivo de relajar a la persona y trabajar el cuerpo completo se logre, lo ideal es que su duración sea de una hora.
9. Descanso: Una vez terminado el masaje, la persona debe permanecer recostada sobre la camilla durante algunos minutos, mientras que la luz de la sala comienza a aumentar poco a poco. Asimismo, la calefacción debe apagarse para evitar los cambios bruscos de temperatura.
10. Limpieza: Ducharse o no después del masaje es opcional. Hay quienes prefieren quedarse con el aceite que se aplica en el cuerpo al comienzo del tratamiento y así hidratar más su piel. Otros, en cambio, optan por quitárselo y a la vez “despertarse” del masaje con el agua de la ducha.