Hacinamiento por sobrepoblación, falta de butacas y abanicos e insalubridad y abandono, es el drama que viven los estudiantes del Liceo Fernando Antonio Defilló, de los Frailes I, en Santo Domingo Este, poniendo entredicho la campaña 1000 x 1000 del Ministerio de Educación.
El centro educativo consta de 17 aulas techadas de zinc y prácticamente cerradas que albergan a 900 alumnos, por lo que la sobrepoblación estudiantil es de un 40%, situación que dificulta la labor de los profesores y el aprendizaje de los escolares.
A estos se agrega las condiciones no aptas en que se imparte docencia. Un intenso calor, deterioro del piso y de las butacas, así como el bullicio que producen los estudiantes que no entran a las aulas por la falta de espacio físico.
La profesora Raquel Harrigan, directora del plantel, explicó que la sobrepoblación es debido a que el liceo recibe estudiantes de todas las escuelas básicas de los sectores Brisas del Este, Barrio Nuevo y los Frailes II, por lo que la planta física es insuficiente para tanta demanda.
Además del poco espacio que posee el liceo, lo que podría ser el patio, está abarrotado de butacas inservibles que a su vez dificulta la entrada a los destartalados cubículos que son usados para que los alumnos realicen sus necesidades fisiológicas.
La estudiante Francesca González narró las calamidades que tienen que pasar las chicas para ir al baño, porque existe una abertura entre el techo y la pared que las expone a ser observada por los varones que desean saciar su curiosidad.
Sin embargo, para los varones no existe un retrete, por lo que tienen que orinar donde puedan o aguantarse hasta llegar a sus casas.
El profesor de educción física, Antonio Peña, comentó que la situación para los educadores es bastante difícil, debido a que no cuentan con sillas ni escritorios, obligándolos a estar todo el tiempo parado y a veces hasta tienen que salir al pasillo, para refrescarse, porque tampoco hay abanicos.
“Fíjate, yo como profesor de deporte necesito una cancha para ejercitar a los estudiantes, pero en estas condiciones qué practicas voy a dar. Bueno sólo teoría”, expresó con impotencia y angustia el pedagogo.
Peña pidió al ministro de Educación, Melanio Paredes, reubicar el liceo en un lugar adecuado, donde puedan construirse canchas, bibliotecas y laboratorios de informática, para estar acorde con la era de la modernidad y la tecnología.
Deserción escolar
En el Liceo Fernando Antonio Defilló la deserción escolar no proviene de las adolescentes embarazadas, sino de los que se cansan de acudir a clases y nunca encuentran donde sentarse.
También por los desordenes que arman los muchachos durante la docencia o al final de clases, tirando botellas plásticas vacías, vasos y otros objetos a través de las paredes de cartón o entre las aulas de los pabellones.
En cuanto a las adolescentes embarazadas, el número es mínimo, producto de diversas charlas ofrecidas por Profamilia, el Consejo Presidencial contra Sida (COPRESDIA) y la constante labor de orientación que realiza la psicóloga del liceo.
Los estudiantes y profesores esperan que, esta vez, las autoridades educativas cumplan con la promesa de construirle un centro educativo acorde con la demanda estudiantil y que el ofrecimiento no sean simples palabras de campaña política.