Realmente, no puede existir “un Día del Medio Ambiente”, ni “Día Internacional de Protección de la Capa de Ozono”, pues si bien se utiliza como vía para sensibilizar a la opinión pública, la verdad es que esta casa que alberga a todos y todas y nos sujeta como techo, suelo, paredes y mucho más, llamado planeta Tierra, anda enferma y si no decimos muy enferma, es porque la magia de la naturaleza aún sostiene sus cimientos.
Tal y como refleja en un trabajo el colega Amaury Florenzán, en el caso específico de la República Dominicana, que obtuvo el lugar 33 hace varios años entre los países con más aéreas verdes, se desconoce con exactitud en que posición se encuentra en estos momentos, ya que las constantes mutilaciones de las aéreas verdes le han restado esa multiplicidad del verde que cura y prolonga la vida.
Según apunta Florenzán, “en los últimos años, el proceso de desarrollo de una ciudad posible y de la competitividad para desarrollo el sector turismo, urbanístico y del transporte, ha provocado que decenas de aéreas verde hayan sido reducida y otras han desaparecido por el auge de la explotación minera y la oferta de puntos turísticos”.
Claro que no le ha ido bien al país con la sustitución de árboles frondosos por palmeras, ni significa esto un elemento más estético para la metrópolis, que tiene su propia flora y fauna. Las consecuencias, tal y como se sufren cada día y señalan los especialistas en el área de medio ambiente, son un incremento del calor de la ciudad, casi insoportable, más otros daños que no siempre se ven.
Los científicos andan alarmados hace tiempo, debido al calentamiento del planeta como consecuencia de las emisiones de CO2 a la atmósfera. En un interesante documental, el francés Yann Arthus-Bertrand, recuerda que el "veinte por ciento de la población del mundo consume el 80% de sus recursos (…) Cinco mil personas mueren al día por beber agua contaminada (…) Cerca de mil millones sufren de hambre. (…) La temperatura promedio en los últimos 15 años ha sido la más alta jamás registrada. La capa de hielo es 40% más delgada que hace 40 años."
La responsabilidad va desde lo individual hasta lo colectivo y las frases de Jacques Yves Cousteau parecen dichas para estos tiempos: “probablemente se ha hecho más daño a la Tierra en el siglo XX que en toda la historia anterior de la humanidad”.