Moscú.- El español Carlos Sainz (Volkswagen Touareg) demostró que está preparado para un nuevo asalto al mítico Dakar tras alzarse hoy por segundo año consecutivo con la victoria en el rally Ruta de la Seda.
"Estoy muy contento. Ha sido un gran test para el Dakar. El equipo y mi copiloto, Lucas Cruz, han hecho un magnífico trabajo", aseguró hoy a Efe Sainz, que se alzó en enero pasado con su primera victoria en el Dakar.
Tras recorrer más de 2.000 kilómetros de especiales en ocho días, Sainz lideró la clasificación general del rally ruso con 8 minutos y 27 segundos de ventaja sobre su compañero de equipo, el qatarí Al Attiyah, y más de 40 minutos sobre el estadounidense Mark Miller.
El qatarí se llevó hoy la última cronometrada de 16 kilómetros, su tercera victoria de etapa, con 2 minutos y 49 segundos de adelanto sobre el piloto madrileño.
Consciente de que su ventaja en la general era de más de once minutos, Sainz optó hoy por conservar, dado que la etapa era "un mero trámite".
"La etapa transcurría por el cauce de un río. Salimos con mucha calma. No había necesidad de tomar riesgos y sufrir una avería debido a los cantos rodados", dijo.
La etapa, una sucesión de caminos de montaña, enlazó la ciudad norcaucásica de Maikop con el balneario de Sochi (mar Negro) y la estación de esquí de Krásnaya Poliana, sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014.
El piloto madrileño reconoció que la suerte del rally se decidió "en la etapa reina del miércoles", en la que los pilotos estuvieron al volante durante "más de cinco horas".
"El (sudafricano Giniel) De Villiers sufrió un accidente y tuvo que abandonar y (el qatarí) Al Attiyah se perdió entre las dunas", dijo Sainz, que definió esa jornada como "una de las etapas más duras de mi carrera".
A decir verdad, la suerte que le dio la espalda en otras ocasiones parece sonreírle en estas tierras, ya que en ambas ediciones del Ruta de la Seda, sus principales rivales a la victoria sufrieran sendos accidentes.
De Villiers, que aventajaba el miércoles en mas de un minuto y medio al español, abandonó después de que su coche acabara en una zanja y fuera incapaz de reanudar la carrera.
Sainz se bajó el coche para asistir a su compañero de equipo, pero el Touareg del sudafricano no quiso arrancar, lo que permitió al español asumir el liderato, puesto que ya no abandonaría.
Lo mismo ocurrió hace un año, cuando en la penúltima etapa, el coche de Al Attiyah, que lleva a Sainz casi cinco minutos de ventaja, volcó, lo que le hizo perder la carrera.
En ambos casos, los rivales del español pecaron de falta de pericia en la navegación, algo en lo que Sainz se ha mostrado muy seguro.
El Ruta de la Seda, que se inscribe en las series Dakar y pretende convertirse en alternativa al legendario ‘raid’, ofreció este año a los pilotos una buena ración de dificultades con arena, dunas y estepa en abundancia, donde era muy fácil perderse.
Ahora, Sainz asegura que es hora de "concentrarse" en la preparación del Dakar e intentar ganarlo por segundo año consecutivo.
"Por ahora, no voy a coger el coche. Tengo que operarme en la rodilla y prepararme físicamente. Iremos al Dakar con respeto y humildad, aunque ya lo hayamos ganado", señaló.
El equipo Volkswagen decidió repetir participación en este rally con el fin de preparar el Dakar, después de que Sainz se hiciera con la victoria en ambas carreras la pasada temporada.
"No es bueno estar sin competir desde enero", comentó en vísperas del rally.
Los 48 coches y 16 camiones, que tuvieron que completar más de 4.500 kilómetros (2.014 kilómetros de especiales), tuvieron la víspera una visita especial, la del primer ministro, Vladímir Putin, al que los pilotos enseñaron como funciona un coche de rallys.EFE