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Mezclando: el afán de ser un “titulado”

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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Mi sobrino Jeremy debía redactar en un folio cuatro líneas que hablara acerca de la primavera. Tiene seis años y estaba en primer curso. Tenía que saber cuándo usar mayúsculas, puntuaciones y ortografía. Llevaba varios días agobiado por la tarea hasta que mi cuñada le dijo: “dile a tu tía que te ayude”.

Primero lo escribió en Word en el ordenador (computadora) donde le iba señalando las correcciones y explicaciones de lugar, luego lo pasó al cuaderno de tareas a lápiz. Este proceso duró unas cuatro horas. El resultado fue el reconocimiento-en la clase-de su maestra.

Casi nunca leemos o escuchamos que, pongo dos ejemplos, a los presidentes de Estados Unidos y España, se les llame licenciados o doctores (Derecho). Sólo como presidentes: Barack Obama o José Luis Rodríguez Zapatero.

Pero en Latinoamérica la situación es muy diferente. Muchas veces no sabemos cómo se llama una persona pero sí que, es un ingeniero ó licenciado, para luego saber una que le dicen así, pero, que no es profesional. Entonces, -¿cuál es el efecto psicológico y sociológico que se esconde detrás de tener un “apodo” de titulado? ¿Qué se vende y transmite con ello?

En España me han comentado que no suelen llamar a las personas por sus titulaciones como una forma de que todos los ciudadanos(as) se sientan “iguales”. Predominando el ser humano-la persona por sí misma-no su condición social o académica; aunque sabemos que esto no es del todo realista. Pero, si vas a un restaurante de menús de 8 o 10 €, te encontrarás con el obrero vestido con su mono (uniforme), con el administrativo con traje y corbata, con el médico, otros, comiendo y pagando todos por igual. Entonces, sí observamos cierta igualdad en la práctica con respecto a nuestro país y demás países de la región.

He leído en la prensa, donde el presidente del colegio de abogados denuncia la existencia de “tres mil abogados colegiados falsos”. Una revelación gravísima, escandalosa y, que tienen las autoridades correspondientes que, investigar y señalar a los responsables ante la justicia.

¿De cuál(es) universidad(es) son los títulos que depositaron para colegiarse como abogados? ¿Lo(s) responsable(s) de colegiarlos están dentro del mismo colegio?

Recientemente, el presidente del colegio médico dominicano (CMD) hizo un llamamiento público al gremio de que debían colegiarse.

Requisito indispensable en España para ejercer la medicina. De hecho, si a un médico le ponen una reclamación o denuncia y no está colegiado, ahí mismo pierde sus derechos legales como médico. Es lo primero que se investiga, tanto el abogado como el denunciante, para confirmar si es médico.

De modo que, es obvio que existe desde hace años un desmedido afán de adquirir-temerariamente-un título; con la ayuda de sobornados cómplices burocráticos de algunas universidades y “admitidos” por el colectivo, en este caso, de abogados para que legalmente ejerzan o tan sólo para sentirse,- ¿importante?

Deberían todos los colegios de profesionales y técnicos poner énfasis y vigilancia estricta cuando un “supuesto titulado” acuda a colegiarse realizando todas las indagaciones de lugar. Esto desprestigia a todo el colectivo primero, y como consecuencia al país.

Los rectores de las universidades deben hacer lo mismo al firmar un título, tomarse su tiempo y verificar si ese “alumno” realmente cumplió con el pensum o si en verdad estuvo matriculado en ese centro de estudios superiores.

Aquí, en más de una ocasión me han dicho “que en tu país es fácil sacarse un título” y más de uno estaban pensando viajar al país a por ello, que con pocos euros lo conseguían. ¿Qué haces o qué dices a esto? Silencio.

Hay quejas o “chismes” sobre algunos médicos dominicanos que ejercen y no están a la altura de su profesión. De ahí las habladurías de que el título de médico lo “compraron”.

No sólo hay corrupción. Tampoco se cumple un protocolo de estudios en el sistema educativo en lo administrativo en la república dominicana. Están las escuelas enviando a las universidades a bachilleres que luego son futuros “licenciados” con faltas de ortografía elementales, esto lo vemos a diario.

Ya en la universidad no es misión de ésta solucionar las lagunas al respecto. Así que, como las mayorías de los exámenes son por selección múltiples, se gradúan.

Es imposible e increíble que un alumno se pase doce años estudiando y no aprenda a escribir y leer correctamente. Hay fallos desde la primaria por parte de los profesores y los padres, con la dejadez de los directores de escuelas y la ausencia de objetivos de un Plan Educativo Nacional por parte del Ministerio de Educación y el Estado dominicano.

Madrid-España

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