La noticia resulta más que bienvenida en momentos tales. Se trata de la aprobación de un incremento del presupuesto para Educación y Salud.
De manera que, en el caso específico del Ministerio de Educación, se le asignarán RD$41 mil 568 millones, para un incremento de RD$4,000 mil millones, con relación a 2010, que fue de RD$37, 438.7 millones, tal y como se dio a conocer tras la reunión del Consejo de Gobierno que encabezó el presidente Leonel Fernández.
La esperanza radica en que puedan atenuarse un tanto las grandes precariedades que sufre la población dominicana en los hospitales y los menores en las escuelas del país.
Quizás se borren un tanto los vacíos que dejaron tras sí las afirmaciones del ministro de Educación en el país, Melanio Paredes, cuando “alejó” en el tiempo político los problemas que enfrenta el sistema educativo y aseguró que “…hay déficit que no es propio de este gobierno y no ha sido el nuestro el de peor desempeño”.
Las realidades de la Educación dominicana desacreditan la fortaleza de un sistema que, por encima de todo, tiene la responsabilidad de pensar en esos hombres y mujeres del futuro y comprender que cada tiempo debe superar a su precedente, si es que queremos una nación democrática, equitativa, justa y fuerte.
Simultáneas a las declaraciones de Paredes, en San Francisco de Macorís el Frente Estudiantil de Liberación Amín Abel (FELABEL), llevó a cabo una marcha en esa ciudad, a fin de protestar “ante la falta de condiciones en que se imparte docencia en las distintos planteles escolares en este municipio”.
La situación de San Francisco se repite en muchos otros pueblos y ya es tiempo de que el Ministerio de Educación “ponga en la agenda los fondos necesarios para resolver la situación del sector educativo” en la República Dominicana, tal y como son las demandas que redundan desde cada rincón.
Ojalá se olviden un poco las justificaciones de quiénes lo han hecho peor y se adopten esas medidas imprescindibles para la superación de nuestros niños, niñas y adolescentes. Tal vez estos nuevos fondos del presupuesto nacional puedan demostrar que un mundo mejor es posible.