El Presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, participa junto a gobernantes del mundo en la 65va sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde se debate acerca de cómo “renovar y acelerar la promesa que hicieron hace diez años de erradicar el hambre y la pobreza extrema en el mundo, buscando una financiación innovadora para el desarrollo”.
Y aunque el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, asegura que pese a toda esta crisis, los Objetivosde Desarrollo del Milenio "son alcanzables", el mandatario dominicano expresó que el país estará impedido de cumplir ciertas metas “por circunstancias imprevistas, tanto internas como externas”.
Informes relativos al tema de la pobreza formulan que a menos de 5 años del 2015, el avance ha sido muy lento para la mayoría de los países pobres, sobre todo se ha agravado la crisis con el alza de los precios, unido ello a que las naciones ricas andan morosas a la hora de cumplir y el resto no siempre dirige sus fondos hacia donde más falta hace.
¿Qué sucede en la nación dominicana? El presidente Fernández se refirió a algunos de los obstáculos que, según su criterio, han proporcionado el aumento de la pobreza: la crisis financiera interna, ocurrida en el año 2003; los fenómenos naturales intensificados como resultado del cambio climático y la interdependencia de la economía mundial y carácter especulativo de diversas transacciones financieras comerciales, entre otros.
No obstante, el presidente negó que haya sido la falta de voluntad política, planificación o responsabilidad, factores que determinen el incumplimiento de algunas de las Metas del Milenio previsto para 2015.
Tal vez le faltó a Leonel Fernández añadir en su discurso el alto nivel de corrupción que ha desviado cifras considerables, de un destino social hacia bolsillos inescrupulosos, por sólo señalar algunos de los problemas internos que inciden en el nivel de pobreza y desnutrición de dominicanas y dominicanos.
También es cierto que si la comunidad internacional consumara sus promesas de ayuda y socorro a los más necesitados en tiempo, los resultados serían más promisorios.
Ban Ki-moon lidera con dignidad su posición ante el organismo que representa y el desarrollo de citas como esta, con la presencia de líderes de 192 naciones pone un punto de cierta expectativa en este futuro incierto.
Los análisis proseguirán en el debate anual de la Asamblea General de la ONU, a efectuarse desde el 23 hasta el 30 de septiembre, escenario en el cual jefes de Estado, presidentes y cancilleres continuarán este diálogo tan vital si se quiere frenar el incremento de esos casi mil millones de personas en el mundo que sufren hambre y mala nutrición.