Washington.- España tiene un buen nivel de libertad de expresión y registra altas puntuaciones en otros indicadores como respeto al Estado de derecho, pero afronta deficiencias en el acceso de los ciudadanos a información oficial del Gobierno, según un informe global divulgado hoy.
La organización The World Justice Proyect (WJP) divulgó hoy en Washington su Índice del Estado de Derecho 2010, en el que analiza aciertos y deficiencias de 35 países, incluida España, en el cumplimiento y la adhesión al Estado de derecho en un total de 37 indicadores.
El WJP es una respetada organización de estudios independiente con sede en Washington dedicada al avance del Estado de derecho como vía para el desarrollo de oportunidades e igualdad en el mundo.
El análisis, de 136 páginas, es fruto de encuestas a 35.000 personas en 2009, de las que mil eran de los tres principales centros urbanos en cada país.
En España, las ciudades elegidas para la encuesta fueron Madrid, Barcelona y Valencia.
Según el informe, España registró las puntuaciones más bajas en las áreas de acceso a información del Gobierno, donde se ubicó en el penúltimo lugar entre once países con altos niveles de ingresos y en el decimoquinto entre los 35 analizados.
Esto significa que los españoles tienen más dificultades que los ciudadanos de países en desarrollo como Polonia o Colombia a la hora de acceder a documentos oficiales, como borradores de legislaciones, contratos gubernamentales o cifras presupuestarias.
España también se encuentra a la zaga entre sus socios regionales y con ingresos similares en cuanto al acceso a los procedimientos administrativos, los servicios de justicia civil sin demoras irracionales y en la aplicación eficaz de las normas gubernamentales, según el análisis.
Sin embargo, España se situó en el quinto lugar en el ránking global en las garantías de protección de los derechos fundamentales, superando en esa área incluso a la mayoría de los demás países europeos y Estados Unidos.
En particular, España obtuvo altas calificaciones en cuanto a las garantías para la libertad de expresión y libertad de culto, y la prevención de interferencias en la vida privada de las personas.
También obtuvo una puntuación alta en cuanto a la ausencia de corrupción entre funcionarios del Gobierno, área donde recibe una puntuación cercana al 1.0, que es la máxima en esta lista.
"Este índice es como un termómetro: no le dice al paciente si tiene virus o bacteria, no da diagnóstico ni da recetas específicas pero sí le dice que tiene fiebre", dijo a Efe Juan Carlos Botero, director del Índice y uno de los autores del informe.
Para Botero, el Estado de derecho es la "piedra angular" que facilita mejoras en los servicios de salud pública, seguridad y participación ciudadana y el combate a la corrupción y la pobreza.
El Índice refleja el estado de las instituciones democráticas, lo que tiene un efecto palpable en la vida cotidiana, según WJP.
El próximo año, el Índice del Estado de Derecho incluirá a 70 países y a 100 en 2012. EFE