Santo Domingo: inundaciones y aguas negras

Una de las principales causas del trastorno de los habitantes y visitantes de la primera capital del “Nuevo Mundo” es la construcción del drenaje pluvial, problemática que se suma al deterioro de las plantas de tratamiento de aguas residuales.

Las dificultades que afectan a la ciudadanía y a todos los sectores productivos son las inundaciones que se producen en las principales vías de la capital cuando llueve, debido a que este sistema de mitigación de desastres se encuentra casi totalmente fuera de servicio.

Según una explicación teórica científica del problema de las inundaciones en la ciudad de Santo Domingo, la doctora Amparo Chantada precisa que las grandes construcciones levantadas durante las últimas dos décadas, de plazas comerciales y edificios residenciales, fueron construidas sin ampliar los conductos de las alcantarillas o los pozos sépticos. Es decir, donde había una casa ahora existe un edificio de 15 0 10 niveles, que utiliza las mismas tuberías de desagües, lo que significa que su capacidad fue aumentada en aproximadamente 14 veces más para la cual fue edificada.

En los dos últimos años, diferentes organismos nacionales e internacionales han realizados seminarios, preocupados por el problema que generan las inundaciones, la falta de desagüe y el tratamiento de las aguas negras en la cuidad de Santo Domingo.

Se recuerda que el pasado 21 Mayo 2009, el ex director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), ingeniero Ramón Rivas, firmó un acuerdo de servicios de consultoría para la realización de investigaciones y estudios que permitan la preparación de un “Plan Maestro” del Alcantarillado Sanitario de Santo Domingo.

Según el proyecto de investigaciones y estudios, contará con un financiamiento de tres millones de dólares, suministrados por del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y una contrapartida del gobierno que deberá incluir las soluciones de las obras de ingeniería requeridas para la recolección, tratamiento y disposición final de las aguas servidas, con una inversión total del proyecto de investigación y estudio en US$3 millones 527 mil 746 dólares.

Luego de las declaraciones del ex director de la CAASD, ingeniero Ramón Rivas, el primero de julio del 2009, el coordinador del programa de Gestión de Riesgo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Marc Van Wynsberghe, estimó que el 80% de los daños por desastres ocurridos en el país se deben a las inundaciones.

En esa ocasión, el experto Wynsberghe sugirió a las autoridades dominicanas la realización de un estudio sobre el problema de las inundaciones, no sólo para que se quedara en papeles, sino que se adoptara una política al respecto.

También sobre el problema de las inundaciones se pronunció la directora de la Oficina Nacional de meteorología (ONAMET), Gloria Ceballos, que instó a las autoridades del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y al Ayuntamiento de Distrito Nacional (ADN), plantearse la construcción del drenaje pluvial de Santo Domingo para buscar una salida a dichos inconvenientes.

Se recuerda que la directora de ONAMET hizo su pedido luego que la ciudad se vio sumergida en el caos provocado por los contantes aguaceros del pasado miércoles 19 de julio de 2010, que paralizó toda la productividad de la ciudad capital por más de seis horas.

También el 19 de setiembre del presente año, el director general de la Defensa Civil, general retirado Luís Antonio Luna Paulino, reveló que el 62 por ciento de las inundaciones en el país ocurren en las zonas urbanas de clase media y media alta, según estudio realizado por este organismo, el cual determinó que el problema se genera debido a que muchas de las urbanizaciones con apenas cinco años de construidas se inundan, lo que demuestra la falta de normativas en materia civil que impera en el país.

Especialista opina

Durante una entrevista especial para Dominicanoshoy.com, el ingeniero hidráulico con un doctorado en ingeniería en la antigua unión Soviética, José Díaz Anderson, quien es además, catedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y actualmente trabaja como diseñador de plantas de aguas residuales en la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), afirmó que lo único que falta es amor para realizar las obras necesarias a fin de resolver el problemas de las inundaciones y la construcción del drenaje pluvial, ya que la voluntad política está para buscar prestamos para obras que no son prioritarias.

“Esto no deja beneficio a los gobiernos y por esa razón no se invierte en las plantas de tratamiento de aguas residuales, ni en el drenaje pluvial de Santo Domingo, ni de ninguna otra provincia del país”, puntualizó Díaz Anderson.

El ingeniero hidráulico reveló que después de la muerte del dictador Rafael Leónidas Trujillo, se construyeron algunas plantas en la provincia de Santo Domingo durante los gobiernos del ex presidente Joaquín Balaguer, pero que hasta la fecha la inversión ha sido casi nula en este sector.

Díaz Anderson recordó que la primera planta de tratamiento de aguas residuales se construyó en el país en el sector de las Caobas, en la década de los años 70, del siglo pasado, por el fenecido ex presidente Joaquín Balaguer, en la cercanía de la compañía de la cervecera Bohemia.

El ingeniero hidráulico plantea que otra forma de salir de los problemas de las aguas residuales es con la instalación de estaciones de bombeo para llevar las aguas residuales al mar Caribe, el cual las recibe en más de un 70% por ciento de la Ciudad de Santo Domingo.

Anderson manifestó que si las autoridades hubiera realizado las inversiones pertinentes en el sistema conocido como “Emisores Submarino”; es decir, tuberías que se introducen en el mar a una distancia de 800 metros o un kilómetro de la costa del océano, el problema de las aguas residuales en el país no fuera tan grave, ya que el océano por su naturaleza es la mejor planta de tratamiento de dichas aguas.

Señaló que lamentablemente esas aguas residuales se están arrojando en los ríos y en el malecón, lo que provoca el hedor que las personas sienten cuando cruzan o visitan la zona a lo largo de la costa.

Dijo que no importa la cantidad de planta de tratamientos de aguas residuales que se construyan, sino no se le brinda el mantenimiento adecuado y que la CAASD tiene en su agenda, a través de un financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), realizar un plan maestro de alcantarillado sanitario de aguas residuales, pero la falta de voluntad política impide la ejecución de esa importante inversión.

Explicó el experto en ingeniería hidráulica que el mejor ejemplo para determinar la gravedad de la situación del país, es cuando en la ciudad caen unas gotas de aguas y se inunda: “La razón es que ningún gobierno ha querido invertir en el alcantarillado pluvial, porque es una obra que no se ve.

El Metro de Santo Domingo es por debajo de la tierra, pero la gente tiene que bajar a verla porque se montan; en el caso del drenaje pluvial nadie va a verla, no es un monumento que se puede mostrar y la política en este país se realiza para que las cosas llenen los ojos, sobre todo en los tiempos de campaña electoral”.

Por su parte, el ingeniero civil, experto en materia sanitaria y ambiental, Salvador Ramírez, apuntó que para resolver el problema pluvial y sanitario en el Distrito Nacional el gobierno central tiene que disponer de unos RD$55 mil millones de pesos, ya que en su mayoría las tuberías de desagües están tapadas y las que no, están dañadas.

“Esa es una situación compleja, las autoridades tiene que emplearse a fondo para solucionar el problema de las inundaciones”, concluyó.

Unida a la necesidad de resolver el problemas de las inundaciones y las aguas negras residuales por parte de los organismo estatales, la principal inversión que se debe realizar es un plan de educación sobre el manejo de la basura, ya que la mayoría de los habitantes provoca que se tapen las tuberías por arrojar cientos de desperdicios sólidos a las calles.

Para muchos, la pregunta del siglo es: ¿cuáles serán las instituciones del Estado o el gobierno que por amor a la ciudad tomarán la decisión de enfrentar el problema del drenaje pluvial y las aguas negras del país?

Es que, más allá de la falta de voluntad política, existe la carencia de amor por la ciudad y sus habitantes.

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