La historia se repite. Siempre que las elecciones, ya sean presidenciales o de medio término, traen cambios en el aparato estatal o de los ayuntamientos, a seguidas no deja de aparecer una secuela de amenazas, que con frecuencia se tornan en querellas reales y sometimientos a la justicia de los anteriores incumbentes.
Ahora le tocó ese destino al ex alcalde del municipio Santiago, el dirigente reformista José Enrique Sued y a nueve de sus colaboradores más cercanos durante los doce años que estuvo al frente de la gestión municipal en la llamada Ciudad Corazón.
Sued y los otros ex funcionarios del cabildo de Santiago fueron sometidos por el actual alcalde, el ¿perredeísta? Gilberto Serulle, bajo cargos de estafa, prevaricación, asociación de malhechores y otros delitos.
El alcalde Serulle hizo toda una ceremonia del acto de entrega a la fiscal de Santiago, Yeny Berenice Reinoso, de la querella que incluye las supuestas irregularidades detectadas en una auditoría realizada al cabildo santiagués entre el 1ro de enero del año 2006 y el 31 de diciembre de 2007. Según el ex dirigente peledeísta, en la pesquisa de la Cámara de Cuentas se establece un desfalco de 83 millones de pesos.
Sin embargo, resulta curioso, y valga el eufemismo, que la puesta en escena de este sometimiento se realice luego de la polvareda que levantó el flamante alcalde Gilberto Serulle con la adquisición reciente, sin licitación pública, de 25 camionetas Ford para funcionarios del Ayuntamiento de Santiago, así como 10 camiones volteos Hyundai por un monto de RD$71.2 millones.
Tampoco ha sido muy popular la decisión, también defendida por Gilberto Serulle, de los regidores del municipio de incrementarse sus salarios mensuales de 85 mil pesos a 100 mil.
Ante tales torpezas políticas, no es de esperar ahora tampoco mucha transparencia puertas adentros en la Alcaldía de Santiago, algo que fue una consigna básica durante la pasada campaña electoral.