¿Se garantiza que se puede comer y tomar agua o jugo con toda confianza en cualquiera de los municipios y provincias fronterizos? Esta es la pregunta que nos debemos hacer ayer, hoy o mañana.
¿A dónde van a parar los recursos económicos resultantes de la frenética actividad comercial de estas provincias con Haití? ¿No lo invierten en las mejoras de las condiciones de vida de sus ciudadanos(as), como sería agua potable, recogida de basura diaria, energía eléctrica, alimentos óptimos, hospitales, centros de salud, escuelas, medio ambiente, entre otros?
No tengo conocimientos en economía; pero, por los “nuevos ricos y millonarios” que salen tras pasar una breve temporada en estas inhóspitas zonas del país, me parece que se genera y recolecta la cantidad de dinero suficiente en impuestos como para que exista una “Comunidad de Provincias Fronterizas”.
Conclusión: sí, toda la culpa es de Haití. Nos sentimos tan desdichados de tener a unos vecinos más pobres y feos que nosotros que, le endilgamos tapando todas nuestras incapacidades de gestión de un territorio de apenas diez millones de habitantes. . De este modo, le damos “salida a la cotidianidad dominicana”. Pero, los trapicheos no cesan, al” negocito binacional” parece que no le afecta la crisis mundial.
¿Tiene la culpa Haití de que no se les asegure a diario el agua potable a los ciudadanos dominicanos? Porque por eso estamos asustados. Tenemos pánico debido a que no disponemos de controles epidemiológicos ni infraestructuras que sean en estos momentos un muro de contención ante la letal bacteria que produce el cólera.
Nos apesadumbra que el cólera provoque un revés político en las aspiraciones reeleccionistas. Entonces, ¿no tenemos nuestros deberes al día?
Propuestas de soluciones como vecino fronterizo de Haití:
1-La creación del Ministerio de Inmigración y Emigración.
2-Conformar la “Comunidad de Provincias Fronterizas”, con sede en una de las provincias que colindan con Haití y cuya misión sería el desarrollo en todos los aspectos de estos pueblos. Regularización de las relaciones comerciales binacionales entre ambos países. Selección de un personal civil capacitado y eficiente en los diferentes puestos fronterizos. Invertir en dichas provincias todo el superávit o ganancias que genere el comercio in situ. Creación de empleos.
3-Escoger para los puestos y cargos diplomáticos y consulares, así como los auxiliares y administrativos, un personal que dominen el idioma francés unos, otros el patois, titulaciones y técnicos en economía, administración, gestión y diplomacia.
4-Los legisladores de estos municipios y provincias que legislen, que hagan sus aportes como representantes electos de estas empobrecidas provincias. Uniéndose para que el dinero se quede en sus respectivos municipios y provincias. Luchar contra la corrupción y el clientelismo.
5-Creación de un “Centro Nacional o Internacional de Control, Vigilancia y Seguimiento Fronterizo de Enfermedades Tropicales y Endémicas en la RD y Haití.”. Con rango de Estado, asiento en una de las provincias de la frontera y dependiente de la presidencia. Además, de que, sea un centro docente de referencia.
6-Oficina de Hacienda en cada provincia para impedir la evasión de impuestos.
Opino que con estas medidas y otras más, seremos los dueños y protagonistas de nuestro destino como Nación. Dejaremos de quejarnos satanizando a nuestro vecino de lo infelices que somos por su culpa, sí, por su pobreza, por su color, por su religión, por su creencias, por su dialecto…No creo que sea por la “historia política”, porque entonces, Estados Unidos y Japón no se hablaran.
Madrid-España.