El abogado de Luis Lara Martínez, uno de los implicados en el caso Paya, refutó este jueves ante los jueces del Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional todas las pruebas a cargos presentadas por el Ministerio Público contra su defendido, y pidió que fueran declaradas inadmisibles.
El doctor William Garabito solicitó al tribunal declarar inadmisible las cerca de 20 pruebas acusatorias en contra de Lara Martínez, al tiempo que pidió que se ordene su inmediata puesta en libertad.
También reclamó que se declare inadmisible la solicitud de decomiso de los bienes que le fueron incautados, por violación al debido proceso establecido en los artículos 67 y 69 del Código Penal Dominicano.
Entre las conclusiones y alegatos motivados por Garabito está que el Tribunal verifique y constaste que conforme al auto de apertura a juicio se establece que Lara Martínez fue enviado a juicio por violación a varios artículos de la Ley 50-88, sobre drogas.
También que revise que el Ministerio Público varió esta calificación con lo que ha demostrado deslealtad procesal.
Argumentó que se ha demostrado, que su defendido no ha lavado dinero procedente del narcotráfico, no ha portado armas de fuego, no ha traficado, ni ha formado parte de ninguna asociación de malhechores, como se ha querido demostrar.
Entre las pruebas presentadas en contras de Lara Martínez están actas allanamientos y de incautación de vehículos y propiedades, así como certificaciones de préstamos, financiamientos y pago de impuestos.
Al alegar su inocencia y demostrar que no tuvo nada que ver con el asesinato de los siete extranjeros, el 4 de agosto del 2008, en la comunidad de Paya, Baní, Garabito citó entre otras cosas que el Ministerio Público pagó a dos testigos para que declararan en contra de él.
Garabito se refirió a los domésticos de la casa que habitaban los colombianos en Baní, el señor Emilio Victoria y la señora Mercedes Carvajal, a quienes supuestamente le pagan RD$10,000 mensuales y lo mantuvieron viviendo un año y siete mese en esa residencia.
Argumentó, que esto señores se contradicen en sus declaraciones, porque explicaron una cosa en el juicio preliminar y en el fondo otra.
Dijo que es inexplicable y carente de lógica que el señor Victoria no recordara la placa del vehículo de su jefe el señor José Darío Atencio (El Don), uno de los asesinados, y recordara la del vehículo de Lara Martínez, a quien ni siquiera conocía.