A John Marcelo nadie podrá engañarlo. Y si ese es el tipo de hombre que tendremos en el futuro cercano, la libertad, la más bella perla de nuestra quisqueyanía, joya por la que hemos llevado al paredón a tres dictadores, está asegurada, guardada en un cofre de diamantes y protegida por el latido de los corazones nobles y libres.
Este 13 de noviembre cumple sus doce abriles, pero tiene un adulto conocimiento del mal, aprendió a descubrir los perversos “artificios vocales” y sabe acusar al mentiroso con sus propias palabras.
Puede que usted haya visto por la televisión, escuchado en la radio o leído en la prensa el acto del bautizo de su libro “La tormenta de los esteroides, un Problema de Grandes Ligas”, ocurrido este pasado martes 9 de noviembre, en la Biblioteca Infantil y Juvenil República Dominicana, que regentea el Despacho de la Primera Dama, pero había que estar ahí para sentir a la Doctora Margarita Cedeño de Fernández llorando hacia dentro, besando el ambiente con palabras de orgullo, diciéndole a John Marcelo “eres tú el ejemplo, tú eres un ejemplo y te prometo que la próxima vez que nos veamos, que será pronto, hablaremos de deportes y te mencionaré los nombres, así como lo haces tú, de todos esos peloteros, te hablaré de sus números, de sus estadísticas… ”
Y había que estar ahí para ver a esa eminencia llamada Doctor José Joaquín Puello hacer una explicación tan bella de los esteroides y sus usos como drogas para la medicina y como drogas para el placer y la gloria momentánea. Me estremeció ver como John Marcelo le prestaba atención a esas sabias y nobles palabras.
Y había que estar ahí para ver como John Marcelo iniciaba su discurso de agradecimiento diciéndole al mundo que aunque está publicando un libro él sigue siendo un niño de corazón y versos: “Ustedes probablemente no entiendan bien mis palabras, pero es que estoy mudando los dientes”, dijo, y el auditorio, totalmente lleno, se fue en risas y aplausos.
Su padre, el biógrafo Marcelino Ozuna, quería que publicáramos el libro con los errores gramaticales cometidos por mi ahijado. Justificaba su opinión con el criterio de que como él es un autor conocido, el público lector podría llegar a pensar que “el padre le escribió el libro al hijo”.
Aunque entendí sus temores, en este caso son tan irreales como el que así lo piense, si a alguien se le ocurre semejante infortunio puedo decirle: John Marcelo es una celebridad nacional, con alas tan poderosas como la del halcón, con aletas tan definidas y fuertes como la del tiburón y con piernas y actitudes tan clara y vigorosas como la del león.
Quisqueya, que lo ha visto en entrevistas en todos los medios de comunicación, incluyendo internacionales, sabe que se trata de un genio auténtico y por demás, un genio con altos valores morales, cualidades propias de alguien que nació para ser maestro y guía de generaciones, inspiración de multitudes.
En la obra, entonces los datos de las investigaciones, las opiniones y el manejo de los temas son de la exclusiva autoría del autor, las correcciones la hicimos como mandan Dios y todos los santos de la Academia Real de la lengua Española, eso no significa que no tenga errores, los libros sin errores no logran una segunda edición. Y la Editorial Santuario y el poeta Isael y Oneida de Pérez aspiran a que haya más de dos.
Ya en Abril de 2007, publicamos, en la Asociación Quisqueyana de Intelectuales, el poemario “Canto a la Naturaleza” de Maya Díaz, quien se convirtió en la más joven escritora de la lengua española que publicase un libro, pues cuando lo escribió tenia 7 años. Maya me pidió que fuese su tío, yo la acepté como mi hija, pues como dijera Don Bruno Rosario Candelier, “es un caso singular en la historia de las letras dominicanas”. La hija de mi buen amigo, el poeta y narrador Don Manuel Mora Serrano, Taiana Mora, hace ya un tiempo, cuando tenía 15 años, publicó un poemario titulado “Tiempo del Olvido”
Ahora John Marcelo entra en la historia de la lengua española como el más joven autor, en prosa, en publicar una obra de ensayo deportivo. Y en la historia de la crónica deportiva, en este caso creo que universal, entra como el más joven crítico deportivo de todos los tiempos.
“Aves de un mismo plumaje vuelan juntas”, a mí solamente se me pegan las cosas buenas, nobles y sencillas: ¡cuánta dicha! John Marcelo, es mi ahijado, ante el Divino es mi hijo, soy su padre en derecho; y como Maya Ilusión me enorgullece el saber que tiene un cerebro prodigioso, que palpita como la mar, que se conecta al infinito.