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¿Habitantes, ciudadanos o contribuyentes?

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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En la República Dominicana, cuando dicen que la economía crece, hay una expresión de escepticismo e incredulidad, porque no es posible entender que dicho crecimiento esté dirigido a un grupo reducido, mientras  que esa inversión del Estado ha salido de los hombros y el alma de las mayorías que no disfrutan tales elevado porcientos macroeconómicos.
 
El comunicador Huchi Lora cuestionaba en uno de los espacios televisivos que conduce si nos consideramos ¿habitantes, ciudadanos o contribuyentes? Y la realidad es que no siempre somos capaces de reclamar los derechos que tenemos, sobre todo porque la sociedad dominicana  plena es parte esencial de ese fortalecimiento y funcionamiento del Estado.

Los datos apabullan: “el 48.5% de la población dominicana se encuentra en situación de pobreza general, lo que, para el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), significa que casi la mitad es incapaz de costear la canasta familiar básica”.

Entre quienes viven en “pobreza general,  está el 48.5%”, y en “pobreza extrema” un 4.25%, que se mide cuando las personas viven con un promedio menor de 1.25 dólares por día.

Un 11% apunta a quienes viven en hogares “multidimensionalmente pobres” (nomenclatura actual que aplica el PNUD para describir cuando el ingreso es mayor, pero las precariedades y limitaciones son múltiples).

El país se halla en un nivel medio de la medición internacional (posición 88 de un total de 169 países). Pero, cuando se trata del análisis que va más allá de los ingresos “y mide calidad de vida e igualdad de oportunidades, la posición es por muy por debajo (100 de 169)”.

Hay otros descensos, señalados por el PNUD, que implican un índice más sensible y vital. Se trata del Desarrollo Humano, que bajó cinco posiciones entre 2000 y 2010. En definitiva, no puede ser de otra manera si la educación y la salud reflejan indicadores que dejan mucho que desear. Repetimos como entonces que: “no vale la pena subir al metro si apenas pueden leerse las sindicaciones o si alguna enfermedad limita nuestra calidad de vida”.

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