Aunque parezca insólito, fruto de la violencia, en el barrio 27 de Febrero en menos de dos meses seis jóvenes han perdido la vida por armas de fuego y parientes de parte y parte han tenido que mudarse del sector por temor a ser agredidos por familiares de los muertos.
El presidente de la Sociedad Comunitaria Guachupita de Oro, Eduardo Ortiz Rosario, instó a la dirigencia social, deportiva y religiosa del país a respaldar la iniciativa del presidente de la Suprema Corte de Justicia, Dr. Jorge Subero Isa, de realizar una cumbre para consensuar medidas contra la violencia y la criminalidad.
La propuesta del presidente de la SCJ no debe ser solo preocupación de la cúpula del Gobierno, del Ministerio Público y de los partidos políticos, sino de todo aquel que pueda aportar un granito de arena en pos de erradicar de cuajo la violencia.
Al Dr. Subero Isa hay que tomarle la palabra y abrazar su preocupación en torno a la violencia que cada día cargas con vidas humanas en amplios sectores de la población.
A este esfuerzo hay que vincular las fuerzas vivas de la nación, incluyendo trabajadores de la cultura, hacedores de deportes y líderes de las iglesias cristianas.
Eduardo Ortiz, como presidente de una entidad que trabaja en el corazón de los barrios dijo estar dispuesto a servir de enlace entre los proponentes de la cumbre y la dirigencia social de base.
Es urgente que todos los sectores se unan entorno a este brillante esfuerzo para que de una vez y por todas se le de el manazo a la delincuencia, porque por encima de los intereses individuales está la preservación de la tranquilidad y la paz pública.
De realizarse una cumbre, los temas y medidas que surjan deben ser bien estudiados y ponderados para su aplicación inmediata.
Tenemos que decir que el Estado es el responsable de los altos niveles de violencia que registra la sociedad, por el abandono en que ha sumido a una gran parte de la población.
El país tiene actualmente una población de 9.8 millones de personas, de las cuales 3.6 viven por debajo de los niveles de pobreza, careciendo de techo, salud, educación, recreación y otros servicios.
La violencia tiene múltiples causas, pero la más decisiva es la que genera la ausencia del Estado en sectores donde residen miles de personas excluidas.
Por más esfuerzos que se hagan para combatir la violencia, esta no bajará sino se adoptan medidas que tiendan a reducirla.
La sociedad dominicana genera un 15.7 por ciento de las muertes, por cada cien mil habitantes, mientras que la delincuencia sólo provoca un 8 por ciento.
Los hechos de violencia no sólo provienen de la delincuencia, sino que afectan los hogares dominicanos, donde las mujeres cargan con la parte más pesada.
