El “hombre malo” ha incinerado los voluminosos libros de folios amarillentos, esas heroicas hazañas que nos permiten decir hoy que somos un pueblo “libre y soberano” y, por ende, “dominicanos(as)”. Hemos pasado por un colonialismo, una dictadura y unos gobiernos “democráticos presidencialistas”, que no es más que una dictadura reinventada light en boga en el siglo XXI.
Pobrecitos funcionarios del Gobierno; están atrapados en un Poder Ejecutivo absoluto. Nada sigue un curso democrático y autonómico sin los hilos del Palacio Nacional que todo lo maneja con títeres que se menean al son personalista del presidente de turno.
De legisladores electos por sus comunidades que dejan sus obligaciones en el Congreso Nacional, acudiendo en tropel donde el “monarca” a rendirles los tributos del tema de actualidad política. Donde el término “interpelar” o rendición de cuenta al pueblo, de funcionarios públicos e inclusive del presidente, está fuera del alcance mental de sus competencias.
Un Poder Judicial con “Sus Señorías” amordazados en togas y birretes. Fiscales del Estado dependientes del color de turno.
Cada cuatro años se repite el mismo bestseller. Nos negamos a merecer cada día las conquistas sociales y económicas que nos pertenecen y que algunos predicadores de la política nos lo arrebatan a diario.
Un funcionario público cuyo sueldo, tanto de él como de la corte que lo acompaña y la infraestructura y presupuesto que lo cobija, es pagado con el dinero de los impuestos de los contribuyentes y que acude a un medio de comunicación diciendo que “no está preparado para combatir la corrupción el Poder Judicial dominicano”; en otras palabras, esto es un impedimento ó estorbo para él realizar un eficiente y honesto trabajo de anticorrupción.
Mi pregunta como ciudadana es, señor director: ¿Cómo usted y los demás empleados bajo su dependencia justifican su sueldo? De paso realiza proselitismo político a favor del presidente, estando nuestro país en una “lista” de países con un alto índice de corrupción pública.
Si el Departamento de Persecución de la Corrupción Administrativa (DPCA), se considera incompetente e inoperante para combatir la corrupción política y pública, entonces, tenga la dignidad de comunicarle al pueblo dominicano de su estéril razón de ser, y haga las recomendaciones al respecto. Busque soluciones y propuestas.
Cómo usted cree o intenta que creamos que un organismo donde tanto usted como todos sus empleados son nombramientos políticos pueda tener la más mínima autonomía para realizar un trabajo imparcial, decente y honorable.
Esta entidad debe estar descentralizada del Estado y del Gobierno de turno, alejada de la politiquería y los politiqueros. Usted es un funcionario servil de este gobierno, señor Hotoniel Bonilla, deje de justificarse, redímase y haga algo positivo en su paso por la vida pública.
Madrid-España.