El Procurador de la República Radhamés Jiménez Peña aseguró que en los días que siguen pueden producirse detenciones y extradiciones, como parte del curso que siguen los acontecimientos relacionados con el narcotraficante Figueroa Agosto.
En el país se incrementan las ocupaciones de drogas y el microtráfico parece tomar nuevos aires, alentado, claro está por un macrotráfico al parecer indetenible. De hecho, Rolando Rosado Mateo, director de la DNCD, cree necesaria la presencia de la unidad antinarcóticos de la policía, pues no hay suficiente personal para enfrentar el trasiego de sustancias estupefacientes en los barrios del país. No obstante, el descrédito de agentes vinculados con el tráfico ilícito pone un toque de escepticismo en el tema.
El propio Mateo considera que el problema no está tanto en la escasez de recursos, sino en la insuficiencia de valores.
De todos modos, el caso Figueroa Agosto parece alcanzar un nuevo clímax y quizás se esclarezca quienes son las figuras poderosas que permanecen aparentemente impunes, aún cuando su vinculación es extrema en el caso. Que un Gran Jurado encargado de evaluar las pruebas contra José Figueroa Agosto, alias “Junior Cápsula” le acuse de cargos por liderar una empresa que transporta y distribuye narcóticos a Estados Unidos y que haya sido acusado junto a otras 17 personas de conspiración para importar y distribuir sustancias controladas significa, en el decir de los ancestros: que “lo que se sabe, no se pregunta”.
No obstante, las detenciones de miembros de la red, entre ellas la de un hermano de Agosto y otras figuras en la República Dominicana, apuntan a posibles elucidaciones y que, finalmente, “se desarticule la ganga de Junior Cápsula”, como aseguró el superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha.
Agosto fue acusado aquí de lavado de dinero, de dirigir una red internacional de narcotráfico y de ordenar el asesinato del ex coronel José González; así como de falsificación de identidad, uso de documentos falsos y posesión ilegal de armas.
Al parecer, con el procesamiento en Puerto Rico de quien ha sido denominado “el Escobar del Caribe” y el resto de los enjuiciados, aparecerán las verdades ocultas y quizás este golpe logre dar un poco de paz a la sociedad dominicana, ahogada entre tantos hechos de sangre y violencia, la mayor parte amparada por el tráfico ilícito de sustancias narcóticas.